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‘Clicker training’, o cómo educar en positivo

El maltrato y la crueldad no son formas de educar ni de tratar a un animal y mucho menos uno de la nobleza de un perro. No solo causan sufrimiento sino también respuestas agresivas. Como método de educación en positivo, el clicker training, basado en teorías conductistas modernas, evita el uso de castigos y lo sustituye por premios. Hoy es una técnica muy utilizada por entrenadores y educadores caninos, que los dueños pueden adoptar como modo de comunicación con la mascota.

Mediante el clicker training, el cachorro inicia una forma de aprendizaje que refuerza los comportamientos deseados. Desde pequeño asociará la señal de aprobación del clicker con un premio. Foto: Shutterstock

La educación en positivo se puede emplear para entrenar perros, gatos, roedores, elefantes, jirafas, orcas, gallinas... Cualquier animal es capaz de aprender un comportamiento si se sabe evaluar cuáles son sus reforzadores y cómo utilizarlos y entregarlos. El clicker training toma prestado el nombre de un juguete infantil que al ser presionado emite siempre el mismo sonido, parecido al de una rana. Los clickers pueden ser sonoros pero también luminosos o de vibración (no confundir con descargas), de forma que aunque el perro no oiga o no vea, permiten entrenar con ellos mediante esta técnica.

El clicker training es en sí mismo un modo de comunicación con el perro. Permite hacerle entender qué comportamientos o acciones nos agradan entregándole un refuerzo positivo.
El clicker training es en sí mismo un modo de comunicación con el perro. Faculta al entrenador o al dueño hacerle entender qué comportamientos o acciones nos agradan entregándole un refuerzo positivo (un premio) por hacerlo bien, y cuáles no, privándole de él.

Hace muchos años ya que Pavlov sentó las bases del condicionamiento clásico, y posteriormente Skinner, del condicionamiento operante. El clicker training se basa en sus premisas y el principio de Premack buscando que el animal al que se entrena responda a un estímulo (u orden) siempre de la misma manera y de forma agradable para él. Para que idenfique el momento justo en el que lo ha hecho bien, se acciona el clicker y se le entrega un premio. Recompensando las conductas deseadas y no haciéndolo en las indeseadas se busca potenciar unas y extinguir las otras. La gran precursora del clicker training, Karen Pryor, lo define como “un método de adiestramiento animal fundamentado en la psicología del comportamiento que se basa en marcar el comportamiento deseable y recompensarlo”.

Por el contrario, las teorías de jerarquía y dominancia, así como los métodos aversivos de entrenamiento (castigos, Alpha Roll, etcétera), se consideran obsoletos y están perseguidos en algunas zonas de España.

Si hace años lo primero que le entregaban a un propietario era un periódico enrollado para “enseñar a tu perro quién manda”, ahora es una golosina o un juguete para incentivar la conducta deseada. Se consigue así que el animal entienda a su amo de forma amistosa y que su educación sea gratificante.


Criterio, tiempos y entrega

Dentro de la sesión de entrenamiento hay tres aspectos fundamentales que siempre deben aplicarse:

• Criterio: ¿qué quiero que haga mi perro?

• Timing: es el tiempo que transcurre entre el momento en que sucede la acción deseada y el accionamiento del clicker.

• Entrega: es el acto propiamente dicho de dar el premio; si se le otorga adecuadamente en tiempo y lugar.

Cuanto más claro y conciso se sea aplicándolo, más efectividad se podrá conseguir. Las sesiones de entrenamiento no deben durar más de cinco minutos y es preciso repetirlas varias veces a lo largo del día.

Siempre que se accione el clicker es obligatorio entregar un premio. Si se ha hecho sin querer será necesario asumir el error y darle su recompensa, ya que el perro no puede sentirse engañado y quedarse sin el premio que él asocia al clicker, aunque sea a causa de una equivocación del dueño. La sesión debe acabar siempre en positivo, es decir, con la entrega de un premio. Se evitará así la frustración. Para ello se puede rebajar el criterio si hiciera falta.

Ventajas e inconvenientes

Bien realizado, el clicker training permite acrecentar el entendimiento mutuo y el vínculo de unión con la mascota, que estará más pendiente de su dueño. Al mismo tiempo se conseguirá mejorar otras facetas del día a día, como pasear sin tirar de la correa, aumentar el autocontrol para no ir ladrando continuamente a otros perros, entre otras. El mayor inconveniente puede surgir de una mala aplicación de la técnica, a resultas de lo cual el perro realmente no aprenda nada.

Aunque en Internet sea posible encontrar muchos tutoriales y vídeos que puedan servir como iniciación, es prácticamente indispensable que quien quiera aprender a utilizar correctamente el clicker training asista a algún curso o seminario donde le enseñen a aplicarlo de forma eficaz, o recurra a un profesional que le ayude a entenderlo y emplearlo.

Agradecemos a José Antonio Vázquez, adiestrador profesional de perros y fundador de Border Collie Magazine, su colaboración en este artículo.

  • Qué se necesita para el ‘clicker training’

    Para practicar el clicker training con la mascota se necesita:

    • Un clicker sonoro, luminoso o de vibración.

    • Reforzadores (premios) en forma de comida o juguetes. Es importante conocer lo que le agrada más, pero también tener en cuenta el valor de cada uno de los reforzadores. Así, un perro glotón puede entrenar con su propio pienso, pero si se emplean premios más jugosos (trozos de salchicha, pavo, queso) se podrán obtener mejores respuestas. Otros perros preferirán una pelota, un mordedor, una botella de plástico vacía que puedan morder, un kong… todo dependerá de cada animal.

    • Grandes dosis de paciencia y tranquilidad.

Reportaje completo nº 86 >> página 46