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Cultivar patatas en la terraza

Llegó a España como curiosidad botánica desde América del Sur y tardó en convertirse en ese alimento principal, rico en fécula, vitaminas y minerales, hoy presente en todas las mesas. Para cultivarla en casa solo necesitas un rincón soleado. En algunas regiones ya se pueden plantar en febrero, aunque marzo es el mes ideal, con el día de San José como punto de partida.

Paso a paso del cultivo de patatas en un tiesto. Abajo, un puñado de patatas recién extraídas de la tierra. Día a día, este cultivo gana adeptos entre los hortelanos urbanitas. Copyright: María Eugenia Mas y Chiot’s Run

Si te has animado a cultivar tomates (Solanum lycopersicum), ¿por qué no intentarlo ahora con su pariente la patata (Solanum tuberosum subespecie tuberosum)? Una sola patata plantada en un tiesto profundo puede proporcionarte una buena cantidad: solo tendrás que esperar unas cuantas semanas para probarlas en ensalada, fritas o como más te guste. Y es que el segundo gran placer que proporciona un huerto urbano es alimentarse de la propia cosecha.

Las patatas tardan entre 90 y 180 días en madurar lo suficiente para poder ser consumidas. Una plantación escalonada permitirá tener una cosecha constante el año entero.
La humilde patata es capaz de crecer en cualquier tipo de suelo, incluso en hidroponía. ¿Por qué no en un rincón de la terraza? Una maceta grande y alta, incluso una bolsa de sustrato, es suficiente. Preferirá, eso sí, una tierra fértil y mullida, bien aireada y sin terrones, que no oponga resistencia a sus finas raíces adventicias. Deberás cuidar el riego y proteger las plantas de las heladas, a las que son muy sensibles.

Puedes usar cualquier patata que presente brotes de 4 a 5 centímetros: podría valer alguna de las que has comprado en el supermercado, pero lo mejor es utilizar patatas de siembra, cuya ventaja es que están prebrotadas y preparadas para el cultivo: vegetan enseguida, son más resistentes a las enfermedades y maduran antes.

El cultivo de la patata, paso a paso

• El recipiente: Escoge un tiesto (mejor si es de barro) de al menos 30 centímetros de alto por 30 de diámetro, o utiliza una bolsa de sustrato universal o de cultivo dejándola de 50 centímetros de alto. Asegúrate de que el agua sobrante del riego cuente con un orificio de salida, ya que las patatas son muy sensibles a la podredumbre. En el fondo del tiesto coloca una capa de guijarros.

• La plantación (dibujo 1): Llena el recipiente hasta la mitad (20-25 centímetros) con un sustrato rico y suelto y entierra una o dos patatas con los brotes (deben tener entre 4 y 5 centímetros) hacia arriba, en agujeros de unos 8 centímetros de profundidad. Si vas a plantar directamente en el suelo del huerto, revuelve la tierra hasta unos 25 centímetros de profundidad, practica un abonado de fondo y forma surcos con 75 centímetros de separación; coloca las patatas a unos 30 centímetros unas de otras. 

• Cubre las patatas con unos 10 centímetros de sustrato. 

• El emplazamiento: Coloca la maceta o la bolsa en un rincón de la terraza fresco y abierto, donde reciba luz, factor clave para que la planta vegete bien y puedan surgir los tubérculos. Es importante que esté al resguardo de las heladas tardías, a las que la especie es muy sensible. Las temperaturas ideales para el cultivo de la patata oscilan entre los 13 y los 20 grados. El exceso de calor favorece la aparición de plagas y enfermedades. 

• La brotada (dibujo 2): Las primeras hojas se dejarán ver pronto. Si se prevén heladas, tápalas con paja o una campana transparente, o lleva la maceta a cubierto; si se trata de un huerto, cubre las hileras con túneles de plástico. Si se helara la parte aérea la cosecha resultaría más escasa. 

• A medida que crecen las plantas ve rellenando el recipiente con más sustrato hasta alcanzar los cinco centímetros del borde; debes hacer lo mismo si las cultivas en el huerto; esto impedirá que llegue luz a los tubérculos y desarrollen clorofila (ya sabes que las patatas no son raíces sino tallos modificados) y, a la vez, que se quiebren los tallos, que pueden alcanzar entre 0,50 y 1 metro.

• El riego (dibujo 3): Al principio no riegues, siempre que el sustrato tenga humedad. Cuando ya asomen los brotes empieza a suministrarle agua de forma moderada. El sustrato debe estar húmedo, no empapado. Es es muy negativo el exceso de humedad mientras está brotando el tubérculo y desde la floración a la maduración de las nuevas patatas. Además, las patatas resultarían más acuosas, desabridas y poco ricas en almidón. 

• La cosecha (dibujo 4): Cuando se haya cumplido el tiempo preciso según la variedad de patata, vacía la maceta o la bolsa y recoge los tubérculos. A modo de referencia: las patatas extratempranas y tempranas han de tener el tamaño de un huevo al retirarlas del suelo, momento que coincide con la aparición de las flores; las más tardías deben extraerse cuando el follaje comienza a marchitarse.

 Información relacionada:

• Cultivar un huerto ecológico, Verde es Vida nº53, página 50 (ver)

  • Las épocas de plantación
    Las épocas de plantación

    ¿Cuándo hay que plantar las patatas? “Depende mucho de la zona y el clima”, señala José Luis Núñez-Milara, de Semillas Florales, productora de patatas de siembra. Pero también del grupo en el que se clasifique la variedad, lo que condiciona a la vez el tiempo que necesitan para poder ser consumidas, un arco que va de 90 a 180 días, aproximadamente. “Se trata de ir plantándolas en distintas épocas del año para tener siempre patatas en casa”, dice. En el momento de plantar, la temperatura del suelo debe estar por encima de los 7 grados; la humedad ambiental favorece el cultivo.

    • Las extratempranas o precoces se pueden cosechar en unas 13 semanas (90 días) a partir de la plantación. Solo Canarias, Málaga y Granada ofrecen buenas condiciones de cultivo, ya que se plantan a partir de octubre. Se cosechan desde mediados de enero hasta abril. Se trata de tubérculos inmaduros muy fáciles de pelar.

    • Las tempranas y semitempranas se obtienen en unas 14-17 semanas (100-120 días) y se pueden plantar a partir de diciembre, según la zona, aunque lo más habitual es en marzo y abril. Se cosechan desde la segunda quincena de abril hasta junio-julio. Una variedad de patata temprana muy cultivada es la Jaerla; entre las semitempranas, Monalisa (una de las más versátiles), Kennebec (la que se usa generalmente para cachelos), Red Pontiac, Spunta, Caesar, Bintje.

    • Las semitardías o de media estación maduran a partir de las 18 semanas (120-150 días) y se plantan desde febrero a mayo. Se cosechan durante el verano y hasta la llegada del otoño. Una variedad muy conocida es la Desirée, patata grande de piel roja y carne amarilla.

    • Las tardías necesitan unas 20 semanas (150-200 días) para alcanzar su punto óptimo de madurez. Se plantan desde mediados de mayo a junio y se cosechan durante el otoño hasta entrado el invierno. Suelen ser las que mejor soportan el almacenamiento; un ejemplo, la Baraka, patata grande bastante harinosa, de piel y carne amarillas.

Reportaje completo nº 65 >> página 56