Descripción
El suave color azul de sus flores convierte al Plumbago auriculata* en una de las trepadoras más bellas. Además, el llamado jazmín del cielo o celestina puede florecer todo el año, excepto en invierno, en las zonas donde las temperaturas no bajan de -7º, como ocurre en gran parte de España. Es una de las tantas especies originarias de la región del Cabo, en Sudáfrica, que viven bien en el Mediterráneo y soportan la sequía e incluso la brisa del mar. Es de bajo mantenimiento y rápido desarrollo.
Estructura y follaje
El plumbago puede tener una forma arbustiva erecta, rastrera, colgante, o comportarse como una trepadora si es sujetado a un soporte. Suele desarrollar entre uno y cuatro metros de altura, según cómo se utilice. Sus matas sarmentosas ofrecen un aspecto denso gracias a sus innumerables ramillas verdes delgadas y frágiles, que se curvan por el peso de las flores. Conserva su follaje verde claro todo el año, aunque puede perderlo si la temperatura baja de 0º y rebrotar en marzo.
Flores y frutos
Produce racimos terminales de florecillas azul claro de 1,5 centímetros de diámetro, que surgen enroscadas formando largos botones; al abrirse se despliega una corola de cinco sépalos soldados al cabo de un tubo largo y fino. El Plumbago auriculata var. alba da flores blancas. Los frutos son cápsulas alargadas llenas de semillas.
Cultivo y cuidados
Vive bien al sol y tolera la semisombra a cambio de menos flores. El sustrato debe ser ligero, bien drenado y bastante profundo, ya que alargará las raíces en busca de agua; puede ser calizo. Prefiere los riegos largos y espaciados, y no tolera el encharcamiento. Si la zona es fría o ventosa necesitará un sitio protegido y un acolchado de áridos que abrigue las raíces. Los tratamientos preventivos con fitosanitarios lo mantendrán libre de plagas y enfermedades. Al final del invierno conviene recortar las ramillas, dejándolas de 3-4 yemas, para favorecer la densidad y una floración más abundante; también es el momento de la poda de limpieza.
Usos
Como trepadora, planta colgante en lo alto de un muro, o formando macizos junto a otros arbustos como las adelfas, romeros y lavandas. Su sistema radicular hace de ella una planta muy útil para fijar taludes. Puede vivir en contenedores en patios al aire libre, terrazas y también en invernaderos y jardines de invierno.
* Cuenta con el Garden Merit Award de la Royal Horticultural Society por sus buenas cualidades jardineras.
Foto: Shutterstock