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verde
es
vida
HUERTO
Aunque en España todavía no gozan del enorme éxito
que cosechan en otras latitudes, los saludables y deli-
ciosos arándanos comienzan a entrar con paso firme en
nuestro recetario. Directamente de la planta al paladar,
o en mermeladas, tartas y helados, salsas para carnes
y hasta como aderezo en ensaladas... las maneras de
disfrutar de estas pequeñas bayas azules se multiplican.
Arándanos:
delicias de
color azul
LA PODA DEL ARÁNDANO AZUL
La poda es necesaria para conseguir una
planta siempre joven y productiva. Al final
del invierno, cuando está desnuda de hojas
y empiezan a asomar los nuevos brotes,
deberás eliminar las ramas muy cruzadas,
débiles, enfermas y muertas; así conseguirás
más aireación y prevendrás enfermedades.
Después, y según el número de ramas totales
que tenga, tendrías que podar varias de las
ramas más viejas (las que tengan 5-6 años
y ya no den buenos frutos); córtalas a una al-
tura de unos 30 centímetros para que desde
ahí surjan ramas nuevas, que el primer año
no fructificarán pero sí los siguientes. Conse-
guirás así rejuvenecer el ejemplar y obtener
una buena cosecha. En la poda siempre es
necesario hacer un seguimiento del trabajo
realizado: se trata de conocer el comporta-
miento particular de las plantas y adaptarlo
a tus propias necesidades y gustos. Si quie-
res, por ejemplo, menos frutos pero de mayor
tamaño deberás practicar una poda más
severa o eliminar flores en primavera.
ADEMÁS DE PRODUCIR DULCES
frutos, el arándano azul, el
blueberry
de
las mermeladas inglesas, es además un ar-
busto muy decorativo: ofrece una delicada
floración, unas ramas invernales llenas de
color y, entre medias, las bayas y un atrac-
tivo follaje otoñal que despliega en el jar-
dín pinceladas de diferentes tonos rojizos.
‘Goldtraube’, ‘Sunshine Blue’, ‘Bluecrop’ y
‘Northland’ destacan entre las variedades
de mayor atractivo ornamental.
El cultivo del arándano no es difícil siem-
pre y cuando se le aseguren las condiciones
que exige dado su origen en zonas boscosas
de climas templados y fríos, y su naturaleza
acidófila. Es sustrato es fundamental: debe
tener un pH 4,5-5,5 y ser rico; si el suelo es
alcalino habrá que cambiarlo por comple-
to. Es muy resistente al frío, pero no a los
calores fuertes: a más de 30º, los frutos y
hojas pueden sufrir quemaduras.
Los arándanos
azules son, además
de productivos, muy
atractivos por sus
flores y el color de
sus hojas en otoño.
Los frutos del
arándano azul pasan
del blanco al azul
oscuro al madurar.
En la foto, de
Vacci-
nium corymbosum.
ISTOCKPHOTO / PETERFACTORS