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Rosales en la terraza

Aunque no tengas jardín, no te prives del placer de cultivar rosas. Algunas variedades crecen bien en una maceta o un tiesto en una terraza o balcón. Es más, algunas han sido concebidas a propósito para vivir en contenedores. Solo hay que respetar sus necesidades.

‘Blush Noisette’ es un rosal antiguo de rosas pálidas muy perfumadas que vive bien en un tiesto. Abajo, rosales mini, muchos de los cuales se han creado especialmente para cultivar en contenedor. Copyright: Sericea y Dinda P.

Hay pocas plantas tan generosas como los rosales, que ofrecen su copiosa, prolongada y, la mayoría de las veces, perfumada floración, y se adaptan prácticamente a todos los climas. Una terraza o un balcón también puede ser un buen lugar para cultivarlos, siempre que reciban sol y se contemplen sus exigencias, que no son muchas ni complicadas.

• Los tiestos. Los rosales necesitan un suelo profundo. Es importante plantarlos en tiestos sobre todo hondos, de al menos 40 a 50 centímetros de altura.

• El sustrato. Es imperativo que el suelo contenga arcilla, es decir que sea fresco. Escoge un sustrato específico para rosales, o en todo caso para arbustos o jardín. Verifica bien su composición, ya que debe ser ligeramente ácido (aunque algunos los prefieren alcalinos), y rico en limo. Es importante que te asegures de que el drenaje funciona bien: el exceso de agua perjudica a los rosales.

Los rosales exigen una maceta profunda y un sustrato fresco, de naturaleza arcillosa, rico en limo y con buen drenaje.
• La plantación. Se debe llevar a cabo en abril o mayo. Vigila que el punto de injerto no esté enterrado. Riega copiosamente cuando lo plantes para que las raíces tomen contacto con el sustrato.

Los cuidados necesarios

El mantenimiento de los rosales que viven en una terraza no difiere del que necesitan los de jardín.

• Poda los chupones y elimina las flores marchitas.

Riega regularmente en primavera y verano.

Cubre el pie con una capa de mulching: paja, bolitas de arcilla (nunca corteza de pino, demasiado ácida) para limitar la evaporación.

• Aplica abono granulado para rosales dos veces al año: después de la poda de invierno y después de la primera floración, para favorecer la de otoño.

En invierno no los riegues, excepto si no reciben nada de agua de lluvia. Si hace mucho frío envuelve el tiesto con un acolchado plástico y aíslalo del suelo.

Información relacionada:

• La salud de los rosales, Verde es Vida nº63, página 54 (ver en la web)

• La explosión de las rosas, Verde es Vida nº51, página 6 (ver en la web)

  • Variedades para macetas
    Variedades para macetas

    Los rosales que se adaptan a la vida en un tiesto son más de los que imaginas. Por ejemplo, el ‘Bonica’, vigoroso rosal arbustivo de flores rosadas con perfume afrutado; los que se usan para borduras; algunos rastreros, como el célebre ‘The Fairy’, de pequeñas rosas en forma de pompón; muchos multiflora, y trepadores como el rosal de Banks. Es más, algunos, como los miniatura, fueron creados especialmente para cultivarlos en contenedor.

    Muchos rosales antiguos, muy perfumados, valen también: ‘Gruss an Aachen’, de flores color blanco crema y porte compacto; ‘Blush Noisette’, de rosas rosa pálido; ‘Ghislaine de Féligonde’, amarillo albaricoque; ‘Iceberg Climbing’, trepador de flores blancas, para un contenedor grande.

Reportaje completo nº 55 >> página 34