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Fabricar compost en casa

Hojas secas, restos de podas, césped... no los deseches, puedes reciclarlos para fabricar compost casero. Conseguirás un buen abono orgánico para tus plantas y tu huerto, barato, fácil y muy ecológico.

En el otoño puedes aprovechar las hojas secas de los árboles y los restos de poda para fabricar compost. Con una compostadora podrás acelerar el proceso y disponer en unos meses de tu propio abono orgánico. Copyright: María Losseau y Rodrigo F.

El compost es un abono natural muy completo, que aporta los nutrientes necesarios para las plantas de manera progresiva. Además, airea y mejora la estructura del suelo, y con ello su capacidad de retención de agua. Es ideal para un abonado a fondo a comienzos de la primavera o de cobertera durante el crecimiento de las plantas.

Aunque siempre se ha fabricado el compost en pilas, con una compostadora el proceso es más rápido. Según los materiales que utilices tardarás entre cuatro y seis meses en tener compost listo para usar.
Pero lo mejor del compost es que puedes fabricarlo en casa reciclando desechos que se generan tanto en el jardín como en la cocina; es muy económico y, a la vez, completamente ecológico. Aunque tradicionalmente se ha fabricado compost en pilas, ahora existen unos contenedores, conocidos como compostadoras, que son cerrados, mantienen la temperatura y la humedad constante todo el año y, por lo tanto, ayudan a acelerar el proceso.

Qué se necesita

Realmente solo se necesita una compostadora, o bien un rincón alejado de la vivienda y de los vecinos, donde almacenar los desechos; no tiene por qué ser excesivamente grande, con un metro cuadrado de terreno es suficiente. Un aireador (una horquilla, por ejemplo) vendrá bien para remover de vez en cuando la mezcla. Tampoco está de más disponer de una biotrituradora para trocear los residuos más grandes y duros, como los restos de poda. Finalmente, una criba permitirá conseguir un compost más fino y separar los materiales más gruesos como los trozos de ramas o de piñas. En tu centro de jardinería encontrarás todo lo necesario.

PASO A PASO

1. Consigue o hazte una compostadora. Aunque puedes fabricar compost en una pila, como siempre se ha hecho, si usas una compostadora podrás disponer de él mucho antes. Generalmente de plástico reciclable, no son más que contenedores (de 400 a 600 litros de capacidad) para almacenar los desechos que se quieren convertir en humus. En ellas el compost está resguardado de las inclemencias del tiempo, no se reseca ni se humedece en exceso, y no exige ninguna atención especial.

2. Coloca la compostadora en un lugar llano y en semisombra. La ubicación es clave para el correcto funcionamiento de la compostadora. Debe estar en un sitio llano, protegido del viento y siempre en contacto directo con la tierra para que los microorganismos alcancen los residuos depositados en el interior y para que drene el agua sobrante. No debe recibir demasiado sol para evitar tener que regarlo a menudo.

3. Introduce los restos de poda, césped... Para conseguir un compost equilibrado y de calidad tienes que utilizar tanto restos húmedos (césped recién cortado, hojas verdes, plantas del huerto o el jardín, residuos de la cocina), como secos (hojas secas, serrín de madera natural, ramas de árboles trituradas, piñas). Lo mejor es incorporar tres partes de restos húmedos por cada parte de secos. Y recuerda que el proceso será más rápido si todos estos desechos están troceados en pequeños fragmentos.

4. Mezcla todos los materiales. Para que el compost se haga lo antes posible hay que mezclar todos los materiales que se van depositando. Colócalos en capas, alternando los residuos verdes y los secos, y con la ayuda de un palo o una horquilla ve revolviéndolos. Esto no quiere decir que tengas que removerlo a diario, pero sí siempre que deposites cantidades importantes de un mismo material. Si no, bastará con que lo hagas una vez a la semana. La aireación facilita la tarea a los microorganismos que descomponen la materia orgánica. Deberás humedecerlo con moderación si la zona en que vives es seca. Existen productos aceleradores naturales, especialmente útiles en invierno cuando las temperaturas son bajas. La temperatura del compost en proceso debe estar por encima de los 40 grados.

5. En unos cuatro o seis meses podrás utilizarlo. Según el tipo de materiales depositados, el compost tardará más o menos tiempo en madurar. Hay restos que se deshacen en unos días; en cambio otros tardan meses. Para saber si el compost está maduro coge un puñado con las manos y comprueba que desprende un olor agradable a fertilidad, su color es negro o marrón oscuro, y mancha poco las manos porque no está húmedo. Si está excesivamente mojado, añade material seco y espera unos días más. Es importante que haya finalizado la actividad microbiana en su interior, debe estar frío y no rezumar agua al apretarlo; caso contrario, si lo aplicas a tus plantas puedes provocarles quemaduras. 

En tu centro de jardinería encontrarás una gama completa de compostadoras de todo tipo y diversos productos para acelerar el proceso de compostaje.

Información relacionada:

• Abonos orgánicos: el reciclaje de la vida, Verde es Vida nº62, página 50 (ver en la web)

  • Qué puedes usar para hacer compost...
    Qué puedes usar para hacer compost...

    • Flores, hojas y plantas verdes y secas.
    • Siegas de césped.
    • Restos de poda triturados.
    • Cenizas y serrín de madera natural.
    • Restos de la cosecha del huerto.
    • Estiércol de herbívoros.
    • Restos de frutas y verduras.
    • Cáscaras de huevos, posos de café, restos de infusiones, papel de cocina, etcétera.

  • ... y qué no puedes usar

    • Plantas o frutos enfermos, podridos o que hayan sido tratados con herbicidas o insecticidas.
    • Restos de poda de rosales.
    • Cenizas o serrín de madera tratada o aglomerados.
    • Cáscaras de frutos secos.
    • Estiércol de animales domésticos.
    • Los restos de la aspiradora.
    • Cualquier material que no sea orgánico.

Reportaje completo nº 53 >> página 54