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Bioestimulantes en pos de un cultivo más sostenible

Seguro que más de una vez has visto la palabra bioestimulantes en el etiquetado de abonos y sustratos. Se trata de diversos tipos de sustancias y microorganismos beneficiosos que no solo ayudan a las plantas a nutrirse mejor, sino también a reforzar su capacidad de resistencia ante diversas formas de estrés activando sus mecanismos naturales de defensa. Aquí te contamos cómo actúan y por qué significan un paso adelante en sostenibilidad en el cuidado de tus plantas.

Un bioestimulante puede ser una sustancia biológica o una mezcla de ellas, un microorganismo o un microelemento. Su propósito es estimular procesos biológicos en las plantas con varios objetivos:

Facilitar la asimilación de los nutrientes y optimizar su absorción.

Mejorar la eficiencia del metabolismo para inducir incrementos en el vigor, el crecimiento y la floración, y en el huerto, mejorar la calidad de las cosechas en riqueza nutricional, color, olor, sabor y textura.

Aumentar la fertilidad del suelo, fomentando especialmente el desarrollo de microorganismos beneficiosos.

Al optimizar la estructura del suelo, conseguir un uso del agua más eficiente.

Incrementar la resistencia y la recuperación ante situaciones de estrés abióticas, como las que causan la sequía, el sobrerriego, la salinidad, el exceso de calor o frío, las heladas, los trasplantes y las podas mal hechas, o bióticas, como las que producen las plagas y enfermedades.

Los bioestimulantes se pueden aplicar en cultivos hortĂ­colas y ornamentales e incluso en semillas.
Los bioestimulantes se pueden aplicar en cultivos hortícolas y ornamentales e incluso en semillas. En la agricultura convencional se usan con frecuencia para obtener mayores rendimientos y calidad, pero últimamente se han empezado a incorporar a los sustratos, abonos y fertilizantes para jardinería y agricultura domésticas, e incluso como formulaciones específicas con finalidades específicas, como reforzar el sistema radicular o incentivar la floración o el cuajado de los frutos. Tanto por su origen natural como por la forma en que actúan implican un paso adelante hacia la meta de prescindir cada vez más de los productos de síntesis, ya sean fertilizantes o fitosanitarios.

Aunque eficaces, los fertilizantes y abonos de síntesis, por ejemplo, reducen la fertilidad del suelo, ya que los nutrientes de origen químico impactan negativamente sobre la flora beneficiosa y la presencia de materia orgánica. Esto suele generar la necesidad de más aportaciones, lo cual puede acabar afectando a las aguas subterráneas y a la calidad de aire. Los bioestimulantes no son propiamente abonos, aunque puedan contener nutrientes, pero son complementarios y se usan conjuntamente con abonos de origen orgánico para conseguir plantas más sanas y fuertes. Al reforzar sus defensas, las plantas pueden afrontar con mayor fortaleza plagas y enfermedades, además de otras situaciones de estrés causadas por la sequía, el calor, el frío, con lo cual disminuye la necesidad de usar fitosanitarios de síntesis.


Tipos de bioestimulantes

• Ácidos húmicos y fúlvicos. Constituyen la parte más activa de la materia orgánica presente en el humus. Los húmicos ejercen una acción más lenta y duradera sobre la estructura del suelo favoreciendo la actividad microbiana y mejorando la permeabilidad de los arcillosos y la aireación de las raíces, y aumentando la capacidad de retención de agua en los arenosos y evitando la pérdida de nutrientes. La acción de los fúlvicos es más rápida pero menos duradera. Son complementarios y contribuyen a un incremento radicular, una mayor capacidad para resistir las situaciones de estrés, mayor desarrollo vegetativo y mayor rendimiento del cultivo.

• Aminoácidos y mezclas de péptidos. Estas moléculas que forman las proteínas y péptidos (cadenas cortas de aminoácidos) ayudan a las plantas a estar mejor preparadas para afrontar o recuperarse del estrés producido por factores bióticos o abióticos.

• Extractos de algas y plantas. Actúan potenciando la asimilación de los nutrientes presentes en el suelo —cuyas propiedades físicas mejoran contribuyendo a una retención óptima de la humedad— o son fuente de alimentación de las bacterias y microorganismos beneficiosos presentes en él. Potencian el crecimiento a través de la producción de fitohormonas por parte de las plantas.

• Microorganismos como hongos y bacterias beneficiosos del suelo, entre ellos las micorrizas, que establecen una simbiosis con las raíces, lo que incrementa la capacidad de la planta para absorber agua y nutrientes (Lee Micorrizas para fortalecer tus plantas en verdeesvida.es).

• Y además, quitosanos y otros biopolímeros, y compuestos inorgánicos o elementos químicos beneficiosos que promueven el crecimiento de las plantas, como el silicio, selenio, zinc y manganeso.


PRODUCTOS CON BIOESTIMULANTES

Todos los productos que mencionamos a continuación son o contienen bioestimulantes y se fabrican en España con tecnología nacional.

Humus de algas bokashi

De Vithal Garden. Basado en un 80% en algas Gelidium recolectadas en el Cantábrico, es un compost 100% natural óptimo para recuperar suelos agotados. Actúa como mejorante del suelo y complemento del sustrato, aportándole nutrientes y microorganismos regeneradores.

Sustratos

Rhizosphere, de Vithal Garden. De origen 100% vegetal y sin turba, contienen humus de algas bokashi y micorrizas y bacterias rhizosféricas que en conjunto alargan la fertilidad y mejoran la respuesta inmunológica de las plantas y su capacidad para resistir todo tipo de estrés.

Abonos y fertilizantes

Nitrosphere, de Vithal Garden, son abonos ecológicos completos, que aportan nutrientes esenciales NPK, magnesio y tres bioestimulantes que potencian el dsesarrollo radicular, generan mayor crecimiento e impiden que surjan enfermedades.

El fertilizante Biosphere es un probiótico estimulante que se obtiene de extractos botánicos y combina cinco moléculas que intervienen en distintos procesos metabólicos.

Enraizante natural

Radisei, de Seipasa Compact, es un bioestimulante que incorpora un 35% de aminoácidos y 10 millones de microorganismos de una cepa exclusiva de Bacillus subtilis que promueven el crecimiento de las raíces por simbiosis. Actúa sobre el sistema radicular incrementando su potencia y desbloquea macro y micronutrientes esenciales presentes en el suelo.

Para favorecer la floración y el cuajado de los frutos

Kynetic4, de Seipasa Compact, se aplica cuando las plantas están produciendo los botones florales o van a empezar a cuajar los frutos y soportan un especial gasto de energía. Favorece la síntesis de proteínas específicas para incrementar la floración, la fertilidad del polen y los niveles de cuajado, así como el crecimiento y la resistencia ante el estrés abiótico.

Agradecemos a Juan Luis de la Rosa, de Neudorff (Seipasa), y a Xavier Merino, de Vithal Garden (Sipcam), la información aportada para este artículo.

Reportaje completo nº 99 >> página