Verde es Vida nº95

26 verdeesvida PLANTAS La lavanda de las alas demariposa Unas alas de mariposa púrpuras, rosadas, magentas, blancas... coronan las espigas florales de la Lavandula stoechas, un penacho de coloridas brácteas en llamativo contraste con las florecillas verdade- ras. Este rasgo la distingue de las demás lavandas. Pero, además, se adaptamejor que ninguna a la vida enmaceta por su pequeño porte y su aspecto compacto, y a los jardines de bajo riego por su resisten- cia a la sequía. Sus flores, tan aromáticas como su follaje, empiezan a asomar en primavera y abundan hastamediados del verano. C antueso o almoraduz de cuello corto en castellano, caps d’ase (cabezas de asno) y bafarull en catalán, cantroxiña en galle- go… la Lavandula stoechas es un tesoro de la flora mediterránea que crece silvestre en gran parte de la Península, Menorca, Ibiza y Canarias. Esta planta de matorral y sus sub- especies y variedades naturales han dado pie a un gran repertorio de cultivares ornamen- tales ideales para cultivar en tiesto por su pequeño tamaño, pero también en jardines de bajo riego por su tolerancia a la sequía. Sus afelpadas hojas y sus flores son tan fragantes como las de las otras lavandas, pero con una singularidad: el penacho de brácteas terminales (o comas) coloreadas  El cultivo en tiesto Las macetas ideales para cultivar cantuesos son las de terracota (en la foto), un material poroso y fresco, que transpira evitando que el sustrato permanezca demasiado tiempo empapado. El tiesto debe contar con agujero de drenaje para que el excedente de agua fluya y no se encharque. Conviene cubrir el fondo con una capa de bolitas de arcilla o puzolana volcánica, y a continuación añadir turba mezclada con gravilla o sustrato para plantas mediterráneas. El riego ha de ser regular pero moderado. Si la maceta está dentro de un recipiente estanco es obligado vigilar que no se acumule agua en la base. que remata las espigas florales. Estas alas de mariposas (u orejas de asno) pueden ser más cortas o más largas, más anchas o más estrechas, con márgenes lisos o encrespados, de color magenta, rosado, blanco o púrpura, (casi) siempre en contraste con las espigas cortas y densas en las que se apiñan las flo- res, diminutas y generalmente más oscuras. Este llamativo penacho atrae a los poliniza- dores, a los que esperan llenas de néctar: el cantueso es fuente de una aromática miel. La floración comienza hacia finales del invier- no, incluso en febrero en algunas zonas, y continúa hasta mediados del verano. Estas lavandas son subarbustos de peque- ño tamaño —25-60 cm de altura y 30-60 cm de extensión es lo usual en jardinería— y ➀ Una Lavandula stoechas de alas encrespadas de color lila, en flor a mediados de marzo. ➁ Cuatro pequeños ejemplares con flores de distintos colores en una co- lección de tiestos. ➂ La abeja Apis mellifera tiene una rica fuente de néctar en los cantuesos. muy densos gracias a sus abundantes rami- llas cubiertas de un espeso follaje perenne. Como ocurre con las otras lavandas, las ho- jas son de tonalidad verde agrisada y aspecto aterciopelado por la pelusa blanquecina que las defiende de la fuerza del sol y les sirven para captar la humedad del ambiente. Al aspecto compacto de los cantuesos contribuye también lo corto que es habitual- mente el pedúnculo de las espigas florales, que apenas sobresalen de las hojas. Lavandas pequeñas muy combinables La variedad de colores de las flores de los cantuesos y su pequeño tamaño permite conjuntar varios de ellos en grupos de mace- tas y tiestos combinados de aire mediterrá- Fotos: T. Christensen (1); Thejoyofplants.co.uk (2); Shutterstock; (3 y 6); Gap Gardens (4 y 5) Gap Gardens ➃ Lavandula stoechas ‘Purple Wings’ entre bojes topiarios en forma de cono en un jardín. ➄ Matas de Nepeta mussini de flor blanca y Lavandula pedunculata en una bordura baja. ➅ Cantroxa (Lavan- dula pedunculata) entre rocas, en el Camino de Santiago.

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