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Trepadoras para cubrir muros y fachadas

Muchas veces se trata de crear una superficie vegetal sobre una fachada. Otras veces, de ocultar o dar interés a una pared anodina. Las trepadoras son capaces de hacerlo por mucho menos de lo que cuesta pintar o enfoscar. Se puede optar por cubrir el muro totalmente hasta formar una pared verde, o bien dar un toque localizado de color.

Las trepadoras permiten llenar los muros de vida y color. En la foto, el follaje rojo de una parra virgen (Parthenocissus tricuspidata) a comienzos del otoño. Abajo, el color borravino de una Parthenocissus quinquefolia. Copyright: Mille d’Orazio

Hay diversas trepadoras capaces de cubrir o poner una nota impactante en una fachada o una pared. Y además pueden hacerlo de forma permanente (perennifolias) o estacional (caducifolias).

Para escoger la trepadora adecuada hay que tener en cuenta, en primer lugar, las condiciones de temperatura y sobre todo de exposición con que contará. Pide asesoramiento en tu centro de jardinería.
La elección de la planta no depende solo de consideraciones estéticas. Se deben tener en cuenta, en primer lugar, las condiciones de temperatura y sobre todo de exposición con que contará para saber entre qué especies se puede escoger.

Además, según la trepadora elegida habrá que optar o no por un sistema de sujeción que permita el desarrollo que se espera de ella. Existen varios tipos de especies trepadoras en función de los diversos mecanismos que desarrollan de forma natural para trepar. Algunas son capaces de emitir raíces adventicias o ventosas, de modo que son capaces de adherirse a la pared sin ayuda (ver columna de la derecha).

En cambio, las especies trepadoras que tienen espinas, las que utilizan sus tallos o peciolos y las que se valen de sus sarmientos o zarcillos necesitan algún tipo de estructura donde sujetarse. Dicha estructura puede variar desde un simple alambre sujeto con clavos, hasta celosías o mallas firmemente ancladas a la pared. En los centros de jardinería hallarás infinidad de modelos de soportes, en distintos materiales y adaptables a todos los espacios. Para favorecer el buen desarrollo de la planta es aconsejable colocar las celosías separadas unos 10 centímetros de la pared; para facilitar la limpieza de este pequeño hueco es mejor que no llegue al suelo. Una opción bastante económica y de gran resultado estético son los mallazos de obra. Es importante vigilar que la trepadora no alcance el tejado, ya que cuando se introduce entre las tejas o en los canalones que recogen el agua de la lluvia, puede ocasionar problemas de humedades...

Las paredes adecuadas

Las trepadoras que desarrollan ventosas o raíces adventicias pueden adherirse a un muro sin necesidad de sujeción. En este caso es aconsejable que la pared sea de ladrillo, piedra o con recubrimiento monocapa, materiales que no requieran mantenimiento, ya que cuando se necesite pintar, enfoscar o encalar habrá que retirar todas las ramas de la pared. En el caso de estas trepadoras tampoco son adecuados los revestimientos metálicos: se calientan en verano y las plantas no pueden adherirse a un material a cierta temperatura. Las trepadoras que desarrollan raíces adventicias no son aconsejables sobre paredes impermeabilizadas: tarde o temprano las raicillas acaban rompiendo la capa impermeabilizante.

Las que no necesitan soporte

Entre las trepadoras que se sujetan por su propios medios, la más popular es la hiedra (Hedera helix). Resulta erfecta para cubrir muros orientados al norte, ya que el sol no le gusta. Se adhiere a la pared mediante raíces adventicias.

Existen muchos tipos de hiedras, todas ellas perennifolias y con una gran variedad de hojas: verdes o variegadas, grandes o mucho más pequeñas (las llamadas miniata). Empiezan a desarrollarse de forma notoria al segundo año tras su plantación. Las de hojas grandes son más vigorosas, cubren antes, pero con el tiempo se hacen difíciles de controlar; las de hoja pequeña tardan un poco más en tupir, se pegan mucho más a la pared, son más fáciles de podar y su aspecto general es mucho más ordenado. 

En la columna de la derecha verás otras trepadoras que no necesitan sujeciones para trepar. 

Las que necesitan soporte

No tienen la capacidad de cubrimiento de las hiedras y parras vírgenes, pero a cambio ofrecen floraciones muy bellas y variadas.

Madreselva (Lonicera sp.): Estas caducifolias necesitan una exposición soleada. Se sujetan mediante zarcillos y son de vigoroso crecimiento. Existen numerosas especies y variedades de madreselvas.

• Rosal trepador (Rosa sp.): Inigualables a la hora de adornar una fachada, prefieren orientación sur y exposición soleada. Precisan poca sujeción gracias a sus potentes espinas. Las variedades son prácticamente infinitas en formas, colores y épocas de floración. El rosal de Banks (Rosa banksiae) es uno de los más bellos: cuando florece se convierte en una masa de diminutas flores blanco mantequilla o amarillo.

• Buganvilla (Bouganvillea spp.): Resultan impactantes por su color en muros soleados, pero son muy sensibles a las heladas. En climas suaves son trepadoras vigorosas, perennifolias, que se sujetan bien en celosías gracias a sus espinas.

• Jazmín chino (Trachelospermun jasminoides): Es una perennifolia moderadamente vigorosa y fácil de controlar, de flores muy fragantes. Las mallas o rejas brindan la sujeción ideal para sus zarcillos. Deja de crecer cuando no tiene por dónde trepar.

• Glicinia (Wisteria sinensis): Caducifolia, es una de las trepadoras de floración más espectacular. Exige una estructura muy sólida, ya que es extraordinariamente vigorosa. 

• Bignonias (varias especies de Campsis, Bignonia, Tecoma, Podranea): Estas vigorosas y espectaculares trepadoras pueden adherirse a una pared, pero también trepar a una pérgola, valla o gazebo, para ofrecer sus bellas flores en forma de trompeta. Ver. 

 Información relacionada en la hemeroteca online:

• Flores en vertical, Verde es Vida nº 55, página 28.

• Otoño: la gran fiesta de las hojas, Verde es Vida nº 56, página 28.

 

  • Las que se sujetan sin ayuda

    Son muchas las trepadoras que se valen de raíces adventicias y ventosas para trepar. Solo necesitan una pared adecuada (ver texto principal).

  • Parra virgen
    Parra virgen

    Parra virgen es el nombre que reciben dos especies: Parthenocissus tricuspidata y Partenocissus quinquefolia
    • Singularidades: Forman una pared verde y prefieren un muro sombreado. A diferencia de las hiedras, son plantas caducifolias, de modo que en otoño sus hojas se tiñen de un rojo intenso y terminan por caer, con lo cual el muro queda limpio durante el invierno.
    • Variedades y desarrollo: La parra virgen más común es la Parthenocissus tricuspidata, también llamada Ampelopsis, de hoja trilobulada. Se adhiere a la pared gracias a sus raíces adventicias. Es vigorosa pero ordenada, y cuando pierde la hoja deja el sutil dibujo de sus tallos. Existen cultivares con diferentes colores de hojas, entre ellos el ‘Purpurea’, en el que son rojas desde que nacen hasta que caen.
    La Parthenocissus quinquefolia, por su parte, de hoja compuesta por cinco foliolos, es muy vigorosa y se enreda gracias a sus zarcillos en algún sistema de sujeción ligero.

  • Hortensia trepadora
    Hortensia trepadora

    La hortensia trepadora (Hydrangea petiolaris) es una de las mejores trepadoras para adornar un muro orientado al norte. Resulta espectacular su floración estival en racimos blancos, que emanan un suave olor cítrico. Sus hojas se vuelven de color amarillo antes de caer en otoño. Necesita sombra; en una orientación poniente podría quemarse. Es capaz de trepar sin necesidad de sujeción.
    • Desarrollo: Puede alcanzar entre 5 y 10 metros de altura. A partir del segundo año de plantada crece rápidamente. Puede podarse en invierno o inmediatamente tras la floración.
    • Es acidófila.
    Foto: María Losseau

Reportaje completo nº 58 >> página 50