La creatividad de las crasas (2ª parte)
La extraordinaria variedad de formas y colores de las crasas es inagotable. En esta 2ª parte del reportaje La creatividad de las crasas destacamos las especies y cultivares más atractivos de ocho géneros de crasas.
Unos largos y apretados rizos verdes distinguen a la Crassula ‘Hottentot’, también llamada collar de jade. Copyright: Oficina Holandesa de Flores Copyright: Oficina Holandesa de FloresAeonium
Parecen pequeñas palmeritas con sus rosetas de hojas generalmente verdes (Aeonium arboreum) en lo alto de un tallo de aspecto leñoso más o menos ramificado. En algunos cultivares el follaje es borravino (Aeonium arboreum atropurpureum), incluso negro (Aeonium ‘Zvartkop’), crema (Aeonium ‘Sunburst’), o tricolor (Aeonium ‘‘Kiwi’). Mientras más sol reciben, más intensos se mantienen los tonos. Dan racimos de florecillas estrelladas. El género es oriundo de las Canarias y abarca unas 40 especies.
Cotyledon
Las especies y variedades más decorativas de estas crasas sudafricanas lucen gruesas hojas, a menudo recubiertas de una pátina blanca de aspecto ceroso que las protege del sol, por ejemplo el Cotyledon undulata, de márgenes ondulados, o el Cotyledon ‘Happy Young Lady’, alargadas y con acentos morados. Conviene no tocar el follaje para no dejar marcados los dedos. En el Cotyledon tomentosa, las hojas lucen un suave y denso terciopelo gris, con pequeñas motas marrones en los bordes.
Crassula
La diversidad de formas de las especies del género Crassula es asombrosa: además de la popular Crassula ovata minor, con su silueta de arbolito y hojas redondeadas, ideal junto con las Crassula ovata ‘Compact Sunset’ y Crassula ‘Gollum’ para simular pequeños bonsáis, hay crásulas que parecen rizos (Crassula ‘Hottentot’, en la foto de arriba), cola de animal (Crassula ‘Pangolin’) o templo (Crassula ‘Buddah’s Temple’). La Crassula ‘Campfire’ tiene hojas escarlata; la Crassula ovata ‘Jade Sunset’, doradas, y la Crassula exilis cooperi, grises con pecas moradas.
Echeveria
Las mexicanas echeverias suman unas 150 especies que se distinguen por sus rosetas formadas por hojas de tono generalmente verde azulado (Echeveria glauca, Echeveria elegans). También las hay rosadas, aliladas (Echeveria ‘Perle von Nürnberg’, Echeveria violescens) e incluso moradas. Algunas exhiben ribetes de color en el borde liso de las hojas u ondulado (Echeveria shaviana, Echeveria ‘Blue Curls’, Echeveria ‘Crinoline’). También las hay de hojas aterciopeladas (Echeveria pulvinata, Echeveria setosa). Emiten atractivas varas florales.
Haworthia
Las haworthias parecen aloes en miniatura por sus hojas puntiagudas dispuestas en roseta. En la Haworthia fasciata y la Haworthia limifolia son de color verde oscuro con numerosas marcas blancas en relieve. Pero también existen especies, como la Haworthia retusa y la Haworthia cooperi, de hojas gruesas, cortas y con ventanas traslúcidas por donde entra el sol. Las haworthias prefieren los lugares sombreados e incluso toleran la sombra; el sol vuelve rojizas las hojas y les seca la punta.
Kalanchoe
El kalanchoe más conocido es el Kalanchoe blossfeldiana, una de las plantas de flor de interior más populares por su colorida floración. Sin embargo, la mayoría de las especies destacan sobre todo por la belleza de su follaje, como el Kalanchoe thyrsiflora, de hojas anchas y redondeadas con un precioso degradado de colores; el Kalanchoe tomentosa, de hojas grises afelpadas con pecas marrones, o el curioso Kalanchoe bryophyllum, cuyos retoños nacen en el borde de las hojas.
Pachyphytum y Pachyveria
Las redondeadas hojas de las rosetas de estas crasas recuerdan la forma de un huevo (Pachyphytum oviferum). En muchas especies están recubiertas de una cera blanquecina que les brinda un aspecto traslúcido y suave (no se deben tocar, ya que las huellas son indelebles). Dan preciosas flores rojas con blanco, agrupadas en un tallo que pende sobre la planta. Del cruzamiento con las echeverias se han obtenido bellos híbridos, como la Pachyveria ‘Philomène’.
Senecio
Perfectas para la semisombra, las crasas del género Senecio son extraordinariamente diversas: algunas semejan collares de cuentas, como el Senecio rowleyanus y el Senecio citriformis, en forma de pequeños limones, ideales para cestas colgantes; otros presentan hojas muy finas y largas, como el Senecio berbetonicus ‘Himalaya’ o el Senecio vitalis; y otros, ramillas recubiertas de un denso follaje revestido de una tupida felpa blanca, como el Senecio haworthii y el Senecio kleiniformis.
Ver La creatividad de las crasas (1ª parte)