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Flores de hoyas: ni cera ni terciopelo...

... ni porcelana ni pasta de azúcar glas. Estos pequeños primores en forma de estrella son producidos por un género de plantas de origen tropical, lianas en su mayoría. Las hoyas son fáciles de cultivar dentro de casa en un ambiente muy luminoso o un invernadero. ¡Además, las flores son perfumadas!

Entre los cultivares de Hoya pubicalyx destaca el ‘Pink Silver’, de estrellas afelpadas carmín con reflejos plateados y corona central rosada. Copyright: iStock/Thiprot

A primera vista, las flores de las hoyas obligan a preguntarse: ¿De qué están hechas? ¿Cera, porcelana, terciopelo, tal vez fondant? Y no. Estas primorosas estrellas carnosas, aterciopeladas o luminosas de tan pulidas, son flores de hoyas, en su mayoría lianas epífitas oriundas de las florestas tropicales del Sudeste asiático y Nueva Guinea, de India y China a Indonesia, y sobre todo Filipinas, cuna de muchas de ellas. Las especies del género Hoya suman unas 300, a las que hay que añadir subespecies y numerosos híbridos y cultivares (fíjate en www.rareflora.com).

La hoya necesita mucha luz y humedad ambiental. La maceta debe ser pequeña, con un soporte para que pueda enredarse. Basta darle solo un poquito de agua una vez a la semana.
Estas plantas fascinantes se introdujeron en Europa entre finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Empezaron a cultivarse en los invernaderos, pero viven bien dentro de casa o a cubierto en las áreas más cálidas (zonas 10-11), siempre que disfruten de mucha luz y humedad ambiental y estén protegidas de las corrientes de aire. Necesitan una maceta pequeña, un soporte para enredarse y solo un poquito de agua una vez a la semana. Si están a gusto florecerán varias veces desde la primavera al otoño.

Las flores aparecen agrupadas en umbelas y emiten su fragancia especialmente por la noche. Surgen en unas estructuras especializadas con forma de espolón que no deben eliminarse tras la floración. Las fotos que acompañan este texto apenas dan cuenta de su variedad de flores. Las hay solo blancas, de un rojo casi negro, verdes, amarillas e incluso naranja (corola) con púrpura (corona), como en la Hoya praetorii. Las hojas son perennes, carnosas, glabras o afelpadas, y pueden lucir tachas o coloridas variegaciones.

Más información:

Ficha: Hoya calycina ‘Stargazer’, Verde es Vida nº55, pág. 42 (ver en la web)

  • Hoya calycina ‘Stargazer’
    Hoya calycina ‘Stargazer’

    En este cultivar de 2005 predomina el blanco, aunque con una llamativa mancha roja sobre la que destaca la corona.
    Foto: Flower Council of Holland

  • Hoya carnosa
    Hoya carnosa

    La corola aterciopelada de la hoya más famosa contrasta con la corona blanca traslúcida con mancha roja. Las hojas pueden ser variegadas.
    Foto: iStock

  • Hoya imperialis
    Hoya imperialis

    Esta hoya emite flores más grandes que las demás, de un rojo reluciente con tachas oscuras y corona de color mantequilla.
    Foto: iStock

  • Hoya lanceolata spp. bella
    Hoya lanceolata spp. bella

    Una pequeña estrella brillante de color púrpura ocupa el centro de otra estrella, esta vez blanco mate. Producen gran cantidad de néctar.
    Foto: Home Garden Labs

Reportaje completo nº 82 >> página 58