Una reina llamada begonia
En las hojas de las Begonia rex, la Naturaleza se vuelve exquisita y glamurosa, vestida de verdes brillantes, suntuosos rojos, sedosos grises con seductores patrones de tachas y punteados en contraste... Estas reinas de los equilibrios cromáticos inigualables, pequeñas y frondosas como un ramo, crean focos de belleza por sí solas, en dúos o en compañía de otras plantas de interior.

Bautizada rex por la belleza de su follaje natural, fruto de las selvas tropicales de la India, esta especie de begonias ha dado pie a una gran variedad de cultivares a cual más cautivador. Los de la serie Beleaf, por ejemplo, plantas singularmente compactas, con un denso follaje formado por hojas más pequeñas, asimétricas y de un cromatismo sorprendente: desde el luminoso verde de ‘Lima Love’ al rojo brillante de ‘Inca Flame’ y la delicadeza de grises, púrpuras y tachas plateadas de ‘Morning Dew’, todas ellas en este post. La colección no deja de sumar variedades de tonalidades rosadas, rojas, plateadas... todo un repertorio de lo que dan de sí estas bellas begonias obtenidas mediante técnicas de cruzamiento y selección.
Evita estos errores de mantenimiento
Estas begonias de interior no son especialmete delicadas, pero tienen sus exigencias:
• No las expongas al sol directo, que podría quemar las hojas. En general necesitan mucha luz tamizada, pero evita colocarlas junto a una ventana orientada al sur, ya que su evapotranspiración será mayor y por lo tanto los riegos deberán ser mucho más frecuentes.
• No dejes que pasen frío (ni tampoco mucho calor). Su temperatura ideal: alrededor de 20-21º. Las mínimas no deberían bajar de 12º —recuerda que son de origen tropical—, y las máximas no superar los 26º. Si hace mucho calor, como sucedió el verano pasado, se deben llevar al lugar más fresco de la casa, al menos durante las horas más calientes del día. En las regiones libres de heladas se pueden cultivar en un patio, protegidas del sol.
• No las encharques. Necesitan riego, pero el sustrato se ha de secar ligeramente entremedias. El exceso de agua puede provocar manchas necróticas en las hojas o la pudrición del rizoma y la muerte de la planta. Conviene regarlas sumergiendo el tiesto unos 5 minutos en un cubo con agua —idealmente de lluvia o reposada— un par de veces a la semana en los meses cálidos y cada 10-15 días en invierno.
• No mojes las hojas. Por querer refrescarlas y humectarlas se puede cometer el error de pulverizarlas con agua. No son helechos y mojar el follaje, haga frío o calor, tiene consecuencias nefastas, ya que las enfermedades criptogámicas (hongos) vendrán de la mano. La humedad ambiental que tanto agradecen se puede conseguir mediante un humidificador o situándolas junto a plantas frondosas.
• No les apliques abonos foliares. En primavera y verano, épocas de gran actividad vegetativa, proporciónales un fertilizante equilibrado diluido en el agua de riego.
Agradecemos a Corma la información técnica aportada para este artículo.
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