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Diez rarezas para tu colección de cactus y suculentas

El coleccionismo botánico tiene en los cactus y suculentas parecidas una fuente inagotable de pasión y sorpresas. Basta visitar la sección que les dedican los centros de jardinería para comprobar por qué entusiasman tanto estas plantas asombrosas. ¡No te prives del placer de descubrirlas y elegirlas!

Euphorbia obesa, una rara pariente de la flor de Pascua, a la izquierda. A la derecha, Myrtillocactus geometrizans ‘Fukurokuryuzinboku’, tan raro como su nombre. Fotos: Adobe Stock, Giromagi

Algunos parecen piedras, otros la cola de un mono, y muchos crecen como torsionadas columnas... Algunos son obra directa de la naturaleza y sus sorprendentes estrategias de adaptación a los lugares más secos del planeta, otros son cultivares y formas obtenidas mediante la intervención humana en los viveros. Algunos son verdaderos cactus y, como tales, nativos de América. Otros, oriundos del sur de África, son suculentas que solo guardan cierto parecido con ellos.

Todas estas suculentas pueden vivir al aire libre en verano, mejor fuera del sol directo, y dentro de casa, en un lugar donde reciban mucha luz, cuando el termómetro se acerque a los 10°.
Todas estas rarezas que ves aquí pueden vivir al aire libre en verano, mejor fuera del sol directo, y dentro de casa, en un lugar donde reciban mucha luz, cuando el termómetro se acerque a los 10°. Para saber más sobre los cactus y otras suculentas, los puntos clave de su mantenimiento y cómo sacar partido de su valor ornamental, consulta Cactus: a falta de agua, mucha belleza y ¿Quieres esculturas? ¡Cultiva cactus!

Myrtillocactus geometrizans ‘Fukurokuryuzinboku’

Tan raro como su nombre trabalenguas, este cultivar japonés de un cactus nativo de la meseta central mexicana es sumamente valorado por los coleccionistas por el relieve que generan los tubérculos hinchados que recubren totalmente los tallos, a modo de un tótem de una diosa prehistórica de la fertilidad. Este cactus de color gris azulado empieza a producir pequeñas flores blancas una vez que alcanza los 60 cm. Sus dulces frutos azules parecen arándanos y son comestibles.

Cereus forbesii ‘Spiralis’

Si lo más llamativo de este cactus son sus tallos con profundas costillas retorcidos en espiral, sus enormes flores de tonos rosados, blancos y amarillos multiplican aún más su atractivo. Florece en verano y a continuación se adorna de frutos rojos, en su caso no comestibles. Este cultivar, que llegó de Sudamérica a Europa en 1980, genera numerosos tallos de color verde oscuro, que pueden alcanzar una gran altura con el paso del tiempo. Cuando la temperatura baja hacia los 10º es preciso llevarlo a cubierto.

Hildewintera colademononis

El nombre de la especie, colademononis, no deja lugar a dudas de la semejanza de este cactus con la cola de los monos. Si bien es erecto al principio, con el tiempo se ramifica desde la base para formar cascadas de largos tallos ondulantes de suave aspecto piloso gracias al vello blanquecino que crean sus finísimas espinas. Procede de las escarpadas paredes rocosas de Santa Cruz, en el cálido oriente boliviano. Desde la primavera al verano emite flores carnosas de un vistoso color entre rojo y magenta a lo largo de los tallos.

Eulychnia castanea ‘Varispiralis’ f. ‘Spiralis’

Se trata de la forma marcadamente torsionada de un cultivar monstruoso de una especie de cactus columnar originario del norte de Chile. Los tubérculos se desarrollan no como bultos sino como gruesas espirales separadas por largas espinas. Vistos desde el ápice, se ven como una sucesión de voluminosos anillos apilados de color verde claro. Con el tiempo, la planta puede alcanzar unos 2 m de altura y ramificarse desde la base. Existe también una forma ‘Crestata’ muy extravagante.

Euphorbia obesa

Pariente sudafricana de la mexicana flor de Pascua (Euphorbia pulcherrima) y de las euforbias mediterráneas, esta obesa suculenta solo se les parece en el tipo de inflorescencia: el ciato, una pequeña estructura en forma de copa exclusiva del género, en la que se hallan las verdaderas flores rodeadas de glándulas nectaríferas. En su caso surgen en el punto central de la esfera que generan los tallos, una bola entre verdeazul y amarronada, con bandas transversales marrón rojizo y tubérculos longitudinales que semejan costuras.

Euphorbia meloformis f. variegata

Como la Euphorbia obesa, también es sudafricana y de tallos esféricos, aunque en su caso con acentuadas costillas en cuyas crestas se alinean pequeños tubérculos rojizos. Su forma variegada es muy apreciada por las franjas transversales o manchas verdes que se alternan con otras blanquecinas o amarillentas libres de clorofila. Contra ese fondo cromático destacan los ciatos rosa oscuro agrupados en el ápice. Prefiere la sombra ligera y una temperatura no inferior a 10º.

Adromischus marianae f. herrei

Una verdadera rareza de origen sudafricano, que antes que un vegetal parece un afloramiento de pequeñas rocas llenas de aristas extraídas del fondo de un acuario. Esta suculenta enana, que no suele superar los 10 cm de altura, se multiplica creando grupos desordenados. En el cultivar ‘Red Coral’ son de una llamativa coloración púrpura que gana vivacidad si recibe luz solar intensa de forma directa. Es, además, excepcionalmente rústico: tolera hasta -10º si el frío no es húmedo.

Pleiospilos nelii ‘Royal Flush’

Las hojas entre verdosas y púrpuras de esta suculenta nativa de las zonas arenosas de la región del Cabo, en Sudáfrica, recuerdan bolos de granito, excepto cuando emiten sus flores, llamativamente grandes en comparación con los 8 cm de altura que alcanzan las plantas; son de un radiante color fucsia y sus estambres amarillos huelen a coco. La floración se produce desde los inicios de la primavera al otoño. Crece lentamente y es fácil de cuidar. Necesita pleno sol (excepto en verano) y una temperatura que no baje de 7º. 

Lithops optica var. rubra

Los Lithops no son una cactácea sino otro tipo de suculenta, pero se los conoce como cactus piedra por su similitud con un pulido canto rodado, lo que les permite mimetizarse en los pedregales de las zonas semidesérticas del sur de África de donde provienen. La variedad de la foto, nativa de Namibia, luce una excepcional coloración púrpura y delicadas flores blancas en otoño. Con el tiempo genera colonias de multitud de pequeños ejemplares. Para saber cómo cuidarlos consulta la ficha Lithops spp.

Lithops gracilidelineata

Apenas mide unos 3 cm de altura y, excepto cuando emite sus flores —amarillas y de 5 cm de diámetro—, este lithops se camufla totalmente en la grava de cuarzo blanco de la zona de Namibia de donde procede. Los ejemplares son solitarios y rara vez generan hijuelos alrededor. Se propaga por semilla.


Agradecemos a Semillas Iluro la selección de plantas y a Giromagi la información e imágenes aportadas.

  • Cereus forbesii
    Cereus forbesii

    Lo más llamativo de este cactus son sus tallos con profundas costillas retorcidos en espiral, que en verano se adornan de enormes flores.
    Foto: Giromagi

  • Hildewintera colademononis
    Hildewintera colademononis

    Este cactus nativo de Bolivia forma cascadas de largos tallos ondulantes de suave aspecto piloso gracias al vello blanquecino que crean sus finísimas espinas.
    Foto: Adobe Stock

  • Eulychnia castanea ‘Varispiralis’ f. ‘Spiralis’
    Eulychnia castanea ‘Varispiralis’ f. ‘Spiralis’

    Es la forma marcadamente torsionada de un cultivar monstruoso de una especie de cactus columnar originario del norte de Chile.
    Foto: Giromagi

  • Euphorbia meloformis f. variegata
    Euphorbia meloformis f. variegata

    La forma variegada de esta euforbia sudafricana es muy apreciada por las franjas transversales o manchas verdes que se alternan con otras blanquecinas o amarillentas libres de clorofila.
    Foto: Cactus Lover

  • Adromischus marianae f. herrei
    Adromischus marianae f. herrei

    Más que un vegetal, esta suculenta parece un afloramiento de pequeñas rocas llenas de aristas extraídas del fondo de un acuario. Si e frío es seco soporta hasta -10 grados.
    Foto: Giromagi

  • Pleiospilos nelii ‘Royal Flush’
    Pleiospilos nelii ‘Royal Flush’

    Las hojas entre verdosas y púrpuras de esta suculenta nativa de las zonas arenosas de la región del Cabo, en Sudáfrica, recuerdan bolos de granito coloreados.
    Foto: Giromagi

  • Lithops optica var. rubra
    Lithops optica var. rubra

    Esta variedad nativa de Namibia luce una excepcional coloración púrpura y delicadas flores blancas en otoño. Con el tiempo genera colonias de multitud de pequeños ejemplares.
    Foto: Giromagi

  • Lithops gracilidelineata

    Mide unos 3 cm de altura y, excepto cuando emite sus flores —amarillas y de 5 cm de diámetro—, este lithops se camufla totalmente.
    Foto: Giromagi

Reportaje completo nº 99 >> página 40