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Un Garfield en casa

No necesita salir y se adapta bien a la vida en un piso. Como su mejor embajador del cómic, el gato es independiente, listo y juguetón, unos rasgos que lo convierten en un compañero ideal.

El gato se adapta muy bien a la vida en un piso, siempre y cuando se asuma que es por naturaleza un ser independiente y poco obediente. Abajo, un gato europeo o común, un animal listo, tranquilo y cariñoso. Copyright: Dominika Komender y M. Losseau

Sus orígenes se remontan a hace 12 millones de años, pero fueron los egipcios quienes comenzaron a domesticarlo hace cuatro milenios. A Europa llegó por Italia, con los fenicios, y comenzó a hacerse popular como animal doméstico en el siglo XVIII. En la Historia, ha sido diosa egipcia, símbolo de la victoria en el Imperio Romano, de brujería en la Edad Media, y fetiche de buena suerte para los marinos. Hoy es, sencillamente, uno de nuestros compañeros preferidos.Desde luego, existen múltiples razones para que así sea.

Urbano e independiente

Astuto, cazador, elegante y con un encanto especial: todo un carácter felino. Como el resto de sus parientes salvajes, el instinto sigue presente en él. Por eso es sumamente independiente y disfruta haciendo lo que desea en cada momento, incluso en presencia de su dueño. Pero eso no significa que no establezca con él una relación de amistad... 

Por su carácter autosuficiente es ideal para quienes pasan poco tiempo en casa. No precisa salir y autorregula su comida: solo come lo que necesita.
Los que conocen a los gatos saben que estos son rasgos de su carácter, una personalidad misteriosa que les ha valido la fama entre sus detractores de animales egoístas y reservados.

Al margen de las interpretaciones, lo cierto es que todas estas características, incluida la cuestionada autosuficiencia, han propiciado que el gato sea hoy una de las mascotas preferidas, sobre todo en la ciudad, puesto que al no necesitar demasiado espacio resulta ideal para un piso. Por otra parte, es muy limpio (si se lo educa, hace sus necesidades en un cajón de arena) y tiene facilidad para adaptarse a cualquier dueño, mientras sea cariñoso con él.

A la hora de elegirlo o adoptarlo

Una vez que tengas claro que quieres un gato como compañero, el veterinario puede asesorarte sobre qué raza elegir o a qué criadero acudir. También puedes ir a una sociedad protectora de animales y adoptar uno: los gatos sin pedigrí son igual de buenas mascotas.

A la hora de escoger el sexo, deberás tener en cuenta el celo de las hembras o la predisposición de los machos a las escapadas y a marcar su territorio mediante la orina, las feromonas o las uñas. Una opción para evitar estas tres contras, pasa por cortarle las uñas de forma periódica (nunca amputárselas, puesto que son imprescindibles en su día a día), utilizar repelentes en las superficies que no quieras que arañen, o rascadores para que puedan limar sus garras en el juguete y, por supuesto, educarle. Para evitar esos y otros problemas muchos veterinarios recomiendan la castración aproximadamente a los seis meses.


En cuanto a su edad, no conviene que llegue a casa antes de cumplir los 45 días. El gato joven se adapta más rápidamente pero requiere más cuidados que un adulto. Procura escoger un ejemplar con el manto lustroso, los ojos brillantes, las orejas limpias, y que tenga buen aliento. No te dejes convencer si es tímido o agresivo; es mejor que sea dulce y juguetón.

La dieta del gato

El gato es un animal carnívoro, por lo que la creencia de que se pierde por el pescado y aborrece la carne es infundada. Sin embargo, las proteínas que necesita se encuentran en ambos grupos de alimentos. Para asegurarse de que está bien alimentado, lo más cómodo es darle piensos secos para gatos, alguna lata de comida húmeda y agua. Prohibidos el chocolate, el azúcar o los embutidos curados. En los centros de jardinería encontrarás alimentos para ellos.

Salud e higiene

La alimentación adecuada es, además, tan importante para su salud como seguir el calendario de vacunaciones y la desparasitación. Hoy en día, los gatos domésticos viven entre 12 y 15 años, frente a los dos años de los callejeros. Pero si bien no están expuestos a los peligros de la calle, sufren patologías derivadas de su sedentarismo, como obesidad, muda continua o atragantamiento con bolas de pelo, que se previenen con una dieta equilibrada, vitaminas y aseo, es decir, un cepillado frecuente y baño con champú para felinos (nunca el de personas). Aunque tienen fama de odiar el agua, si se les acostumbra desde pequeños no pondrán impedimentos al baño.

 Más información:

• Educar al gatito, Verde es Vida nº 61, página 48

• Gatos azules, Verde es Vida nº 58, páginas 48-49

• Nuevos alimentos para gatos, Verde es Vida nº 56, página 52

  • Las razas más populares
    Las razas más populares

    • El gato común europeo. Responde a la imagen típica que se tiene del felino: pequeño, gris atigrado o, incluso, naranja y blanco. La raza proviene de la mezcla del gato montés africano con el europeo. Sus ojos grandes, redondos y verdes o amarillos, son parte de su encanto. Se adapta con facilidad, es listo, buen cazador, cariñoso y fácil de educar.

    • Angora. Procede de la ciudad turca de Angora (Ankara), y se caracteriza por su pelo largo, sus patas largas y sus orejas grandes y picudas. Le gusta el agua, es juguetón, afectuoso y aprende rápido.

    • Persa. Muy apreciado por su porte elegante y su carácter dulce y reservado que congenia tanto con personas como con otros animales. La raza actual nació en el siglo XIX en Inglaterra, del cruce entre el persa puro y el angora turco. El color de su pelaje es muy variado. Aunque requiere muchos cuidados, es la raza más dócil.

    • Siamés. Posee un humor inagotable, es celoso, muy listo, protector y tiene una gran personalidad. No es tu mascota ideal si pasas mucho tiempo fuera de casa: necesita saber en todo momento que su dueño está presente. Será feliz recibiendo mimos en tu regazo.

Reportaje completo nº 48 >> página 46