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Entrevista con el paisajista Luciano Giubbilei

Elegantemente serenos, con una estructura de setos perfectamente recortados, árboles alineados y verdes paños de césped: un marco perfecto para sosegar la mente, pero también para disfrutar del outdoor living. Los jardines de Luciano Giubbilei articulan la continuidad del interior en el exterior valiéndose de un diseño decididamente contemporáneo y sin embargo atemporal. “Me interesa cómo las plantas captan la luz y la proyectan”, dice en esta entrevista exclusiva con Verde es Vida.

Masas de rosales en el oasis formal que Giubbilei creó para la Ferme de Saladin, en el valle de Ourika, Marruecos: un jardín de más de 9.000 metros cuadrados donde los olivos surgen entre parterres de gramíneas. Copyright: Steven Wooster

En los jardines de Luciano Giubbilei el lujo es el espacio cartesianamente estructurado, las líneas puras, la calidad de los materiales y los acabados perfectos. No hay ostentación ni estridencias; ni siquiera las de una flor solitaria. Son pequeños universos verdes reposados y relajantes, en los que la luz juega ordenadamente con los volúmenes y el brillo de las hojas, y donde es posible hacer vida al aire libre: una verdadera prolongación de la casa en el exterior.

“Si observas las flores, por ejemplo, durante las diferentes estaciones del año dan luz al jardín de distintas maneras, incluso en los meses de invierno. De ahí que trabaje con plantas y con la forma en que captan la luz y la proyectan alrededor”.
Lo primero que se lee al entrar en la web de su estudio de paisajismo es: “La simplicidad y el reposo son las cualidades que miden el verdadero valor de cualquier obra de arte”, cita del arquitecto Frank Lloyd Wright. ¿Cómo se estructura un jardín siguiendo esas premisas?

Esa cita tiene una significación muy especial para mí. La disposición de un espacio y la repetición de elementos dentro de ese espacio son de vital importancia. Yo estructuro mi visión a partir de la composición de los diferentes elementos y de cómo eso se transmite a quien contempla el jardín. Esa comunicación, la colocación de los elementos y la forma en que hacen sentirse a quien mira son parte de la experiencia de los jardines que diseño. Mis jardines en realidad son atmósferas.

Usted nació en Siena y trabajó un tiempo en Villa Gamberaia, el jardín renacentista más famoso de Toscana. ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Considera su enfoque una aproximación contemporánea a la formalidad del Renacimiento?

A mí me gustan los jardines formales franceses tanto como los renacentistas. Pero una de mis influencias más fuertes proviene de las fotografías en blanco y negro de un libro sobre Villa Gamberaia, que actuaron como un catalizador en mis diseños. Esas imágenes eran capaces de proyectar de una forma tan intensa la atmósfera de los jardines, que me han marcado. En ese libro, en esas fotos, se puede ver cómo todos los elementos tienen la misma importancia en la creación de la atmósfera deseada.

Aunque su estilo es indudablemente contemporáneo, usted emplea recursos tradicionales, tales como líneas formales, árboles entrelazados y formas topiarias. ¿Qué entiende exactamente por diseño paisajístico contemporáneo? ¿Cuáles son los elementos esenciales que, en su opinión, hacen contemporáneo un jardín?

Si volvemos la vista hacia diseñadores del pasado, como los de los años 60, muchos de los elementos que usaron eran considerados contemporáneos entonces y permanecen actuales aún hoy. Pienso que el concepto de lo contemporáneo no pasa con el tiempo; de hecho es contradictorio, en la medida en que el estilo sigue presente. El término contemporáneo, de cierto modo, no se entiende. No es necesario utilizar nuevos materiales, pero siento que debemos buscar una calidad atemporal.

¿De dónde más le ha llegado la inspiración que le ha traído hasta aquí?

Principalmente del hecho de vivir en Londres, que es un lugar increíblemente lleno de influjos. Aquí puedes encontrar performers, arquitectos y artistas como tal vez no sea posible en ninguna otra ciudad. En Londres he descubierto arte y artistas muy inspiradores y he podido colaborar con varios muy conocidos. Añadiría que la vida en sí misma es inspiradora.

Usted ha dicho que fue el entretenimiento al aire libre lo primero que captó su atención respecto a los jardines. ¿Debe un jardín ser concebido como la continuación ideal de una casa en forma de salón al aire libre donde hacer vida? ¿Cómo construye ese vínculo?

Si se parte de la base de que un jardín se puede usar para cultivar vegetales, los cuales se pueden cocinar y comer en un lugar donde la familia y los amigos puedan disfrutar al aire libre, es fácil ver el vínculo entre el jardín y la casa. Un diseñador es responsable de crear ese aspecto de comunión. Es un desarrollo natural. Comer todos juntos puede ser visto como un momento para intimar, y esa es una parte central de muchos de mis diseños, áreas que invitan a entrar en el jardín y pasar tiempo en él. De ahí el nexo entre comida y servir comida usando el interior y el exterior de la casa sin diferenciación. Sin embargo, mis jardines también pueden ser vistos como espacios donde tener momentos de reflexión.

“Más que ser puramente decorativo, mi trabajo concierne a la articulación del espacio”, escribe usted en el prefacio de su libro The Gardens of Luciano Giubbilei. Cuéntenos algo más sobre esto.

Mis jardines son espacios colectivos donde creo un cuadro, el marco en el que la persona se sitúa cuando está en el jardín. Hay una composición de diferentes elementos, espacios entre ellos y también vacíos; la disposición de los elementos y la proximidad o lejanía de unos respecto de otros. Como diseñador soy particularmente consciente de este aspecto de proximidad y lejanía. Necesito tener en consideración de qué forma quiero que se perciban los objetos y el espacio que los rodea. El objetivo es crear movimiento en los espacios con la mirada. La gente debería ser capaz de caminar confortablemente y retener ese confort visual durante el tiempo que permanece en el jardín.

El uso de diferentes tipos de setos para crear marcos tridimensionales y monocromáticos caracteriza sus diseños como minimalistas y estructurales. ¿Qué papel reserva para plantas como las caducifolias o las de flor? ¿Los clientes que quieren flores deberían buscar otro diseñador?

¡Espero que no [risas]! Para mí, los setos son muy importantes cuando diseño jardines, en la medida en que se comportan extremadamente bien desde el punto de vista estético. En aquellas fotografías en blanco y negro del libro de Villa Gamberaia se puede ver cómo la luz natural funciona en perfecta armonía con los setos.

¿Con qué criterios selecciona las plantas para cada proyecto específico?

El uso de las plantas está vinculado a mi propia evolución. Por ejemplo, no usé flores en mis diseños hasta 2009. En la elección de las plantas lo importante es cómo percibo que funcionarán con relación a la luz, las formas, las sombras y los reflejos. Hasta hace poco me contentaba con utilizar plantas de las que ya tenía experiencia y sabía cómo iban a comportarse en mis diseños, y no incorporaba otras nuevas. Pero siempre había querido conocer y descubrir las gramíneas; cuando trabajé en el Chelsea Flower Show de 2009 fue el momento de aprender y colaboré con expertos para sumarlas al proyecto. Aunque los árboles siempre han sido mis favoritos, ahora estoy más abierto a utilizar flores.

De hecho ha utilizado rosas, plantas mediterráneas y gramíneas en su proyecto para la Ferme de Saladin, en el valle de Ourika, Marruecos, y jazmín estrellado (Trachelospermum jasminoides) perfectamente recortado en forma de muro vegetal en un ático de Barcelona. ¿Suponen otro punto de vista en su concepción de la jardinería?

En ambos ejemplos hay que tener en cuenta el clima, que permite emplear diferentes tipos de plantas. En el de Barcelona, por ejemplo, el jazmín funcionó perfectamente. En Marruecos usé plantas y rosales muy comunes, que se ven por todas partes porque crecen bien en ese clima. Según donde esté localizado cada proyecto surge la opción de escoger distintas combinaciones vegetales.

¿Cuál ha sido el último descubrimiento que ha hecho en el mundo vegetal?

Diría que la luz en las plantas. Si observas las fl ores, por ejemplo, durante las diferentes estaciones del año dan luz al jardín de distintas maneras, incluso en los meses de invierno. De ahí que trabaje con plantas y con la forma en que captan la luz y la proyectan alrededor en la zona donde están ubicadas. De hecho podría decir que ahora estoy haciendo con flores lo mismo que antes había hecho con árboles y setos.

Sus jardines son tan sugerentes durante el día como por la noche. Háblenos de la importancia de la luz y la iluminación en sus proyectos.

Según se use la luz, el estado de ánimo cambia inmediatamente. Durante la noche podemos controlar el ambiente del jardín y eso resulta muy excitante en el diseño de los espacios. En mis proyectos también incluyo los esquemas de iluminación, la distribución y periodicidad en la colocación de las luces y sombras entre objetos.

¿Hacia dónde se dirige el paisajismo hoy?

Diría que las influencias de la comida y el diseño de interiores son y serán importantes. También tendrán influencia en los espacios los materiales de buena calidad y la idea de acervo patrimonial. Veremos una búsqueda de algo con más significación: no solo un jardín sino un jardín contemporáneo con significado.

¿Qué consejo daría a alguien que esté pensando en crear, o recrear, un jardín?

Un consejo clave: que intente hacerlo sencillo. Debería poner en una lista lo que sabe y sus intenciones respecto al espacio, y diseñarlo con ello en mente: para los niños, para disfrutar o lo que sea... un jardín debería ser un lugar para evadirse. Los sitios, incluidos los jardines, tienen eco en la gente cuando se percibe que han sido diseñados con una intención.

Información relacionada:

www.lucianogiubbilei.com (ver)

• The Gardens of Luciano Giubbilei (Merell)

• En todos los números de Verde es Vida encontrarás una entrevista con un paisajista. Consulta la hemeroteca online.

  • De la Toscana a Londres
    De la Toscana a Londres

    Luciano Giubbilei, nacido en Siena y residente en Londres, practica una jardinería con sello propio, marcada por un minimalismo deudor desde el punto de vista formal y filosófico de la tradición renacentista y francesa. También reconoce influencias de “los diseñadores de interiores Michael Reeves y Kelly Hoppen por la precisión de los detalles; Dan Kiley y Russell Page por su elegancia y distribución del espacio, y el arquitecto John Pawson por sus dibujos”.

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    Interior-exterior

    La arquitectura de las plantaciones —tejos, carpes, tilos, boj— define el diseño de este gran jardín en The Boltons, Londres. Una generosa terraza de piedra caliza fluye desde la casa hacia la pradera central. Giubbilei diseña sus propios muebles de exterior en consonancia con la sobriedad compositiva de sus jardines. Foto: Steven Wooster

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    Llenos y vacíos

    Las alineaciones de tejos (Taxus baccata) tallados como cuerpos geométricos crean una sucesión de llenos y vacíos, luces y sombras, en el jardín de The Boltons. En primer plano, carpes (Carpinus betulus) entrelazados. Foto: Steven Wooster

  • Gramíneas y olivos
    Gramíneas y olivos

    Las espigas del Pennisetum alopecuroides de los parterres de la Ferme de Saladin se tiñen de tonos rojizos al atardecer. Una
    de las preocupaciones del paisajista es cómo las plantas captan y reflejan la luz. Foto: Steven Wooster

  • Los jardines de Laurent-Perrier
    Los jardines de Laurent-Perrier

    En 2009 y 2011, Luciano Giubbilei participó y ganó la Medalla de Oro del Chelsea Flower Show por los deslumbrantes jardines que creó para la casa de champagnes Laurent-Perrier. Ambas experiencias supusieron para él “un gran paso adelante en la comprensión de las flores”. En 2009 incorporó las gramíneas a sus jardines, que mezcló sabiamente con peonías de color púrpura y lirios y Salvia nemorosa morados (ver recuadro de abajo). Una experiencia que repitió con la selección de otras flores en 2011, en un proyecto que perseguía la interacción entre el agua y la piedra, la madera y el viento, la luz y las plantas (en la foto). “Tuve la oportunidad de colaborar con el arquitecto Kengo Kuma y el escultor Peter Randall-Page”, cuenta. El resultado de este intercambio artístico fue un jardín que incitó al debate sobre las fronteras entre el arte, la arquitectura y el paisajismo. Foto: Caroline

  • Peonías, lirios e hinojo
    Peonías, lirios e hinojo

    En el jardín de Laurent-Perrier del Chelsea Flower Show de 2009, las pinceladas
    rubí de las peonías ‘Buckeye Belle’ y las astrantias, y moradas de la Salvia nemorosa ‘Caradonna’ y los lirios ‘Superstition’ y ‘Black Swan’ parecían flotar sobre una nube de hinojo (Foeniculum vulgare ‘Purpureum’).
    Foto: Carolyn Willitts

Reportaje completo nº 67 >> página 18