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Fichas de plantas

Consulta las características y cuidados de las plantas ornamentales

Temperatura media y alta
Pleno sol o sombra ligera
Cualquiera, ligero, bien drenado
Riego moderado
Hoja caduca
Flor: junio-octubre/noviembre
aquenios ovales
EN EL NOMBRE DE AQUILES
La milenrama, como todo el género Achillea, recibe su nombre del héroe griego Aquiles, que supuestamente se valió de sus propiedades medicinales para curar a sus soldados de sus heridas. En la jardinería actual son incontables los cultivares disponibles. Su abanico cromático abarca desde el suntuoso rojo aterciopelado de ‘Red Velvet’* al rosa intenso de ‘Rose Madder’, el magenta de ‘Pomegranate’ o el rosa malva de ‘Lilac Beauty’. En algunos, la tonalidad de las flores cambia a medida que envejecen, como en las del popular ‘Terracotta’ (en la foto), que pasan del amarillo al anaranjado; las del ‘Kelwayi’, que viran de un rosa suave a uno intenso, o las del ‘Lansdorferglut’*, cuyo rosa profundo se convierte en un crema apagado.

* Cuentan con el Award of Garden Merit de la Royal Horticultural Society por sus cualidades jardineras.
Plantas de flor

Achillea millefolium

Milenrama

Descripción

Esa milenrama que crece silvestre en buena parte de la Península (es nativa de las zonas templadas de Eurasia) es una vivaz que ha dado lugar a plantas ornamentales óptimas para los jardines mediterráneos por su tolerancia al calor y el frío (-17º, zonas 7-10), la sequedad ambiental y la falta de agua una vez establecidas. Por sus corimbos planos y densos, formados por pequeñísimos capítulos (forma parte de la familia de las Asteráceas), y su follaje plumoso y ligero imprime a los jardines un aire informal. La floración empieza en verano y puede durar hasta noviembre, según la benignidad del clima. Su rizoma y estolones le permiten retoñar y propagarse formando un espeso tapiz cubresuelos. Es de fácil cultivo y muy resistente a las plagas y hongos.

Matas y follaje

Levantan apenas 15 centímetros hasta que emiten sus numerosas varas florales, que pueden alcanzar entre 0,50 y un metro de altura. Las hojas, finamente divididas (bi o tripinnatisectas), recuerdan las frondas de los helechos y suelen ser de un color verde fresco o agrisado.

Flores

Las cabezas florales están formadas por numerosos capítulos de 5 a 8 milímetros de diámetro. Son blancos o levemente rosados en la especie tipo, aunque la gama tonal se ha ampliado notablemente (ver el recuadro de la izquierda). Son perfumadas y atraen a las abejas y mariposas.

Cultivo y cuidados

Vive bien a pleno sol y en semisombra, incluso bajo la copa de los árboles. Prefiere los sustratos ligeros y frescos (con un cierto grado de humedad), pero se adapta a los secos, calizos, pobres e incluso arcillosos, siempre que drenen bien; no así a los pesados o muy húmedos. Debe recibir riego regular sobre todo el primer año. Cuando ha arraigado puede soportar algunas semanas sin agua (su código de sequía es 2,5 sobre 6). Se puede aportar abono orgánico (compost, humus de lombriz) en otoño o invierno, y mineral en primavera. Eliminar las flores marchitas incentiva la refloración. Por sus propiedades alelopáticas negativas dificulta la aparición de malas hierbas alrededor.

Usos

En borduras y macizos, en masas o mezcladas con otras vivaces y gramíneas. También en rocallas y tierras pobres. Como tapizante en taludes y pendientes, extensos incluso, cuya superficie es capaz de sujetar gracias a su rizoma.

Foto: Martina Dupuy