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Fichas de plantas

Consulta las características y cuidados de las plantas ornamentales

Temperatura media
Pleno sol o semisombra
Suelo pobre y suelto
Riego medio y escaso
Hoja caduca o semicaduca
Flor: verano
Frutos: cápsulas dehiscentes
LA HIERBA DE SAN JUAN
Hypericum es un género que abarca unas 400 especies, entre las que se incluyen herbáceas perennes y caducas, arbustos y árboles que pueden superar los 10 metros de altura; muchas de ellas han dado origen a numerosos cultivares e híbridos ornamentales. Los hipéricos en general se conocen como hierba de San Juan, ya que solían usarse para adornar las imágenes religiosas el día del santo. Entre ellos destaca el Hypericum perforatum, que crece de forma espontánea en los campos no cultivados del hemisferio Norte, y cuyas flores se usan en medicina natural por sus múltiples aplicaciones y propiedades, especialmente calmantes y antidepresivas.
Plantas de flor

Hypericum patulum

Hipérico, Hierba de San Juan

Descripción

Un intenso tono amarillo caracteriza las flores de este arbusto ornamental de hojas caducas o semicaducas. Se trata de una especie bastante rústica, especialmente la variedad ‘Sungold’, que tolera la sequía una vez establecida, y vive bien en todas las regiones de la Península, incluso las costeras. Los ejemplares suelen alcanzar entre 60 centímetros (cultivares ‘Sungold’ y ‘Sunshine’) y dos metros de altura (‘Hidcot’).

Hojas y tallos

Las hojas son opuestas, lanceoladas u ovales. Su color verde oscuro ofrece un atractivo contraste a las flores. Las ramas son finas y abundantes, por lo que esta especie de hipérico ofrece un aspecto de mata espesa y redondeada que puede actuar como seto.

Flores

A lo largo de julio, agosto y septiembre, el hipérico produce flores de un vibrante color amarillo, de unos cinco a seis centímetros de diámetro. Están formadas por cinco pétalos separados; en el centro de la corona de estambres destaca un largo pistilo. Producen cápsulas dehiscentes.

Cultivo y cuidados

Si se planta al sol, la floración será más copiosa, aunque esta especie también vive bien en sombra parcial. Prefiere los suelos no muy ricos, secos, bien drenados y preferentemente alcalinos, pero también tolera los arcillosos. Lo más adecuado es plantarla en primavera u otoño. A finales del invierno conviene recortar las ramas más débiles. Soporta la poda. En las zonas más cálidas será necesario vigilar el riego en verano, procurando que el suelo esté un poco húmedo, aunque no debe encharcarse; en el norte atlántico puede vivir sin riego. Resiste hasta -12 grados (USDA 6-8).

De interés

Existe un hipérico rastrero (H. calycinum) que se usa como tapizante incluso bajo los árboles; no requiere mantenimiento, pero resulta sumamente expansivo. Otras especies (H. androsaemum y H. elatum) producen decorativos frutos rojos.

Foto: Mille d’Orazio