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Fichas de plantas

Consulta las características y cuidados de las plantas ornamentales

Temperatura media o baja
Semisombra luminosa o sombra
Muchos tipos de suelos, bien drenados
Riego moderado o escaso
Hoja perenne
Flor: mediados de enero-primavera
Semillas
POR EL DOCTOR BERGEN
Las bergenias deben su nombre taxonómico al médico (anatomista) y botánico alemán Karl August von Bergen, que en el siglo XVIII (1704-1759/60) se dedicó a la investigación y fue profesor en la Universidad de Frankfurt del Oder. En 1794, el famacéutico y botánico Conrad Moench le rindió tributo bautizando el género con su nombre en su Methodus plantas horti botanici et agri Marburgensis, una obra sobre las plantas de los jardines botánicos y la región de Marburgo. El género Bergenia abarca una decena de especies perennifolias rizomatosas oriundas de Siberia y el centro de Asia (desde Afganistán y el Himalaya hasta China).
Plantas de flor

Bergenia crassifolia

Bergenia

Descripción

A la Bergenia crassifolia se la conoce también como hortensia de invierno por sus flores rosadas reunidas en racimos, que aparecen desde finales de enero a comienzos de la primavera, según la región. Sin embargo, se trata de una vivaz saxífraga de poderosos rizomas, capaz de sobrevivir a los fríos más intensos (zonas 3-9), como oriunda que es de Siberia y Asia Central. Resulta perfecta en rocallas, borduras y como cubresuelos; también vive bien en contenedores. Existen numerosos cultivares e híbridos de esta especie; también de la Bergenia cordifolia y la Bergenia purpurascens.

Hojas

Las hojas son perennes, grandes y coriáceas, de color verde brillante, con nervaduras muy marcadas y aspecto tierno y jugoso; surgen en el extremo de largos pecíolos de tono rojizo. En algunas variedades las hojas son de color púrpura; en otras, el verde se vuelve cobrizo o rojo por efecto del frío en invierno. Las bergenias forman matas redondeadas de unos 30 a 50 centímetros de altura, según el cultivar.

Flores

A mediados del invierno comienza a emitir racimos de florecillas con forma de campanilla. Son generalmente rosadas, aunque algunos cultivares dan flores de color magenta, carmín, púrpura o blanco. Ofrecen néctar a los polinizadores. Los tallos florales son erguidos y rojizos como los de las hojas. Algunas bergenias reflorecen en otoño.

Cultivo

Prefiere un lugar en semisombra, especialmente en las regiones de sol fuerte, pero muy luminoso para que las hojas se coloreen con el frío; también vive bien en sombra, y al sol en climas suaves. Siempre que drenen bien, admite muchos tipos de suelos, incluso pobres, aunque los prefiere humíferos y frescos. Puede soportar periodos cortos de sequía. El riego ha de ser moderado; el encharcamiento puede producir la podredumbre del rizoma. Conviene plantarla en otoño o primavera, las mejores épocas del año también para multiplicar los ejemplares por división de mata (cuando las plantas han alcanzado un buen tamaño) o mediante segmentos de rizoma provistos de botones foliares.

Cuidados

La bergenia no exige grandes cuidados. Basta cortar por la base las hojas muertas y las flores pasadas para que siga floreciendo hasta el verano. Caracoles y babosas encuentran muy apetitosos sus hojas y tallos, por lo que habrá que mantenerlos alejados.

Usos

En borduras, jardines de grava (pero no secos), al pie de las caducifolias, en rocallas, como cubresuelos e incluso en tiestos y jardineras.

Foto: Mille d’Orazio

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