Descripción
Esta joya de los matorrales y garrigas del Mediterráneo, de follaje siempreverde y pequeñas flores y frutos rojos, ocupa hoy un lugar en la xerojardinería por derecho propio. Resiste las altas temperaturas (es una especie termófila) y la sequía (xerófila), puede vivir en suelos secos, pedregosos e incluso calizos, y soporta el aire y los sustratos salinos costeros. Este arbusto, que pertenece al mismo género que el pistacho o anacardo (Pistacia vera), resiste hasta -7º (zonas 9-10) y requiere escaso mantenimiento. El lentisco es una planta vigorosa y decorativa, que suele alcanzar entre dos y cinco metros de altura. Se puede utilizar como ejemplar aislado, pero también en setos ya que tolera bien la poda.
Copa, tronco y hojas
Luce una silueta globosa de mata muy ramificada. La corteza es de color gris ceniciento y la madera, rosada, al igual que los tallos nuevos. Los ejemplares añosos pueden lucir troncos gruesos y torcidos, como un pequeño árbol. El follaje es verde vivo y está constituido por hojas compuestas paripinnadas, formadas por un número par de foliolos coriáceos alargados de dos a tres centímetros. Emana un fuerte olor a resina.
Flores y frutos
El lentisco es una especie dioica, es decir, con flores femeninas y masculinas separadas en plantas distintas. Tanto unas como otras son pequeñas y primero verdosas y luego escarlatas; se agrupan en apretados racimos que surgen en las axilas de las hojas en las ramas del año anterior. En verano y otoño luce drupas rojas de 4-5 milímetros de diámetro (foto), que al madurar en invierno se vuelven negras.
Cultivo y cuidados
Prefiere el pleno sol y el calor, en cambio debe ser protegido de las heladas fuertes. Puede vivir en cualquier tipo de suelo, siempre que sea bien drenado. El riego ha de ser moderado, dejando que el sustrato se seque entremedias. Es una planta que apenas exige cuidados. La poda debe efectuarse después de la floración y en septiembre. Es inmune a las plagas, a excepción del llamado pulgón del lentisco, que produce agallas en las ramas.
Usos
Es ideal para xerojardines, rocallas secas y jardines costeros, ya sea en solitario o formando setos.
Más información:
• El chicle del Mediterráneo, del libro Las islas griegas, de Lawrence Durrell, Verde es Vida nº63, página 58 (hemeroteca online)
Foto: Ettore Balocchi