Descripción
Se trata de un arbusto pequeño y muy ramificado, de follaje persistente, que debe su nombre al botánico Leonard Fuchs. Procede de América, sobre todo de Chile y México, donde crece de forma salvaje. Da flores parecidas a los pendientes, con la corola de color fucsia, rojo o blanco, y cáliz en otro tono de la gama.
Hojas
Simples, de hasta 10 centímetros de largo, con forma ovalada, terminadas en un vértice agudo, y con borde finamente dentado.
Flores
Las flores de estas fucsias híbridas son similares a las de la especie original, Fuchsia magellanica, aunque más vistosas. Las corolas pueden ser simples o dobles (como en la foto), muy pequeñas o grandes; presentan, en general, dos tonos en la misma flor: corola de color fucsia, rojo, morado o blanco, y cáliz púrpura, morado o blanco. Florece desde la primavera al otoño de forma ininterrumpida. Esta flor ha dado nombre a un color: el fucsia.
Cultivo
Las fucsias se pueden utilizar en rocallas, macizos florales, jardineras colgantes, invernaderos... siempre que cuenten con un suelo rico y humífero, incluso calcáreo. Es preferible adquirir ejemplares pequeños en primavera e ir adaptándolos poco a poco a su ubicación, proporcionándoles mucha luz y humedad. Se multiplican por esqueje semileñoso en verano.
Cuidados
Necesitan que la tierra se mantenga siempre húmeda. Por ello, precisan riegos diarios en verano y escasos en invierno. Si se quiere prolongar la floración, conviene proporcionarles fertilizantes de absorción lenta. En marzo deben eliminárseles las ramas secas. En otoño se pueden podar para regenerarlas, a condición de protegerlas de las heladas. El calor excesivo puede propiciar la aparición de pulgones y mosca blanca.