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Fichas de plantas

Consulta las características y cuidados de las plantas ornamentales

Zonas 6-9: soporta hasta -23º
Sombra ligera o pleno sol
Cualquier sustrato fresco y bien drenado
Riego escaso
Follaje caduco
Floración: abril-junio
Pomos rojos en otoño
EL ESPINO NEGRO IBÉRICO
La Royal Horticultural Society da como sinónimo del Crataegus orientalis al Crataegus laciniata, nombre botánico con el que se indentifica al espino negro o majoleto ibérico, que crece en las montañas del sudeste de la Península así como en el norte de África y Sicilia. Su hábitat son las orlas espinosas de pinares, quejigares y encinares, principalmente en suelos profundos y sobre calizas, según se lee en Flora iberica, la extensa obra de investigación desarrollada por los investigadores del Real Jardín Botánico-CSIC. Comparte muchas características con el oriental. En España es flora protegida, ya que se encuentra en recesión, cuando no en peligro de extinción. En los jardines se utilizan también el espino albar (Crataegus monogyna) y sobre todo el Crataegus laevigata y sus vistosos cultivares (consulta la ficha en esta web).
Árboles y palmeras

Crataegus orientalis o Crataegus laciniata

Espino negro

Descripción

El espino negro que se usa como planta ornamental es el Crataegus orientalis*, nativo del sudeste de Europa y el oeste de Asia, un pequeño árbol caducifolio que aporta al jardín varios momentos brillantes a lo largo del año. Hacia finales de la primavera se cubre de una fragante floración de nieve que da pie a pequeños pero abundantes frutos de color rojo anaranjado cuando el verano toca a su fin. En otoño, sus hojas lobuladas verde oscuro se vuelven de color bronce antes de caer y dejar a la vista un ramaje gris oscuro casi negro que dibuja una silueta irregular ligeramente péndula. A todo esto se suma la ventaja de su perfecta adaptación al clima mediterráneo, incluida la sequía, y un amplio rango de suelos. Es de lento crecimiento.

Estructura, follaje y flores

Suele desarrollar entre cuatro y seis metros de altura y diámetro de copa, y una densa ramificación que tiende a descamarse, guarnecida de espinas de poco más de un centímetro. Las hojas lucen entre cinco y nueve lóbulos profundamente hendidos; son blandas (no coriáceas) y lanosas tanto en el haz como en el envés, lo que les confiere reflejos plateados. Entre mayo y junio produce apretados ramilletes de florecillas muy atractivas para los polinizadores; son blancas y muestran numerosos estambres provistos de llamativas anteras de color rosa. Los pequeños frutos son pomos (como las manzanas y peras) de un centímetro de diámetro aproximadamente; desprenden un agradable olor y visten al árbol de colores que van del amarillo al rojo oscuro.

Cultivo y cuidados

Puede vivir a pleno sol o en sombra parcial. Acepta muchos tipos de suelos, incluso calizos, arcillosos y arenosos, aunque lo ideal es que retengan cierto grado de humedad y al mismo tiempo drenen bien. No precisa mucha agua una vez establecido. Su origen en un entorno de montaña ha hecho de él un árbol resistente y de bajo mantenimiento. Tampoco demanda abono, o en todo caso orgánico al final del invierno y en pequeña cantidad. Si fuera necesario se puede podar ligeramente a finales del invierno o comienzos de la primavera para limpiarlo de ramas secas, débiles o mal orientadas. No acusa problemas reseñables de plagas y enfermedades, pero ha de ser protegido de los conejos.

Usos

Como ejemplar aislado o junto a otros arbustos y árboles compatibles. Al tener ramas espinosas permite formar setos defensivos informales.

* Cuenta con el Garden Merit Award de la Royal Horticultural Society por sus buenas cualidades jardineras.

Foto: Peganum