Descripción
Este bello árbol de grandes hojas redondeadas y preciosa floración blanca es oriundo del cálido y húmedo sur de Estados Unidos. Es capaz, no obstante, de resistir el frío (-29º, zonas 5-9) y la sequedad ambiental. Estas cualidades y su tolerancia a la contaminación urbana explican su presencia en las calles de muchas ciudades españolas. Se adapta prácticamente a todo tipo de suelos, desde los húmedos a los secos y pobres. Resulta ideal para proporcionar sombra en el jardín, especialmente en el área de césped, donde aprovecha el riego abundante. Exige un grado medio de mantenimiento.
Porte y copa
La Catalpa bignonioides es un árbol caducifolio de tamaño medio que suele alcanzar entre 9 y 12 metros de altura. La copa es irregular aunque generalmente redondeada y puede extenderse entre seis y 12 metros, generando una buena área de sombra. Existe una variedad ‘Nana’ muy ornamental, de 3,5 a 5 metros de altura, que luce una copa en forma de bola o sombrilla.
Hojas
Las hojas son grandes, de 25 centímetros de largo por 15 de ancho, con base acorazonada y acabadas en una punta corta; tienen largos pecíolos. Son de un vivo color esmeralda, especialmente brillante en primavera; en la variedad ‘Aurea’ es verde limón. El follaje es abundante.
Flores y vainas
El nombre específico bignonioides alude al parecido de las flores a las bignonias (ver Bignonias: coros de trompetas). Son blancas y en forma de trompeta de casi cuatro centímetros de largo, con marcas amarillas y punteados púrpuras en la garganta. Surgen en mayo y junio formando grandes panículas perfumadas de unos 25 centímetros. Las flores dan paso a largas y finas vainas de unos 40 centímetros de largo, que duran largo tiempo en los árboles.
Cultivo y cuidados
Vive bien al sol, que favorece la floración, o en sombra parcial, y en cualquier tipo de suelo, siempre que cuente con buen drenaje, aunque lo ideal es que sea rico o medianamente fértil, y fresco. El riego ha de ser moderado en general, pero generoso en verano. Es resistente a las plagas, pero se debe controlar la presencia de pulgones, cochinilla algodonosa y mosca blanca. No necesita poda.
Foto: Mille d’Orazio