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Peonías herbáceas: grandes corolas de seda

Por sus sedosas y bellas corolas, la delicadeza de sus pétalos y la variedad de cultivares, estas refinadas flores originarias de Asia no tienen rivales en los jardines. Según la cantidad, disposición y forma de los pétalos y órganos sexuales, las peonías herbáceas pueden ser de siete tipos distintos. Además, son plantas resistentes y fáciles de cuidar. 

Peonía de corola simple ‘Illini Warrior’, con pétalos de un intenso color rojo y hojas verde claro. Las peonías rojas suelen ser las de floración más precoz. Abajo, esquema de plantación. Copyright: F. D. Richards

Hace al menos 1.500 años que los jardineros chinos cultivan peonías. Llegaron a estar protegidas por decretos imperiales, y la dinastía Qing la nombró flor nacional de China en 1903. Hoy no tiene ese estatus, pero se la sigue considerando símbolo de la belleza femenina por sus preciosas flores de sedosos pétalos. La ciudad de Luoyang es la capital de los mejores cultivadores y sede de numerosas exhibiciones. El Pabellón de las Peonías, una monumental ópera china del siglo XVI que se representaba durante tres días, refleja su importancia en la cultura y las artes decorativas del gigante asiático.

Desde China, las peonías, tanto en su versión herbácea (Paeonia lactiflora) como arbustiva (Paeonia suffruticosa y Paeonia lutea), saltaron a Japón, y después se extendieron por Europa y América (también es la flor emblemática del estado de Indiana).

Gracias a los siglos de cultivo de las peonías se ha conseguido una amplia variedad cromática, con diferentes grados de blancos, rosas, rojos y amarillos, ocres y anaranjados.
A partir, especialmente, de la Paeonia lactiflora, los siglos de cultivo han conseguido una amplia variedad cromática con diferentes grados de blancos, rosas, rojos y amarillos, ocres y anaranjados. Por esta coincidencia en los tonos, el perfume de algunas variedades y sus generosas corolas, los navegantes holandeses del siglo XVII las describieron como “grandes rosas sin espinas”. Gracias a tan privilegiada naturaleza se usan en los jardines y como flor cortada.

Siete tipos de corolas

Las peonías herbáceas, según la cantidad, forma y disposición de los pétalos y órganos sexuales, pueden ser de siete tipos diferentes: simple (‘Tamate Boku’, ‘Krinkled White’), semidoble (‘Buckeye Belle’), doble o chino (‘Festiva Maxima’, ‘Dinnerplate’), japonés o imperial (‘Bowl of Beauty’), anémona (‘White Cap’, ‘West Elkton’), bomba (‘Red Charm’, ‘Raspberry Sundae’) y cactus (con pétalos delgados con efecto de encaje, como la ‘Lois Kelsey’).

Florecen de mayo a junio; las rojas son las más precoces y las dobles, las más tardías. El follaje aporta un bello efecto decorativo gracias a sus hojas enteras o divididas en foliolos, de un color verde claro u oscuro, que en algunos cultivares vira a un rojo brillante en otoño (‘Louis van Houtte’).

Al llegar los fríos, los tallos se secan, pero el rizoma permanece en reposo bajo tierra hasta febrero, mes en que empieza a emitir unos tallos rojizos, incluso entre la nieve.

Condiciones de cultivo

Las peonías herbáceas se merecen un lugar destacado en el jardín, pero hay que planificar muy bien su emplazamiento ya que no suelen tolerar los trasplantes. Los climas de inviernos fríos favorecen la floración, aunque hay variedades adaptadas a las características mediterráneas.

Luz: La insolación es importante: les gusta la luz directa, aunque en regiones calurosas es mejor buscarles una zona de semisombra o incluso de sombra.

Riego: Con regarlas dos veces por semana tienen suficiente; las especies adaptadas al clima mediterráneo soportan bien la sed. El exceso de agua las perjudica en general y no se debe mojar el follaje.

Abono: Les viene bien un aporte de abono pobre en nitrógeno al comienzo de la primavera para favorecer la floración.

Entutorado: Los tallos alcanzan entre 70 y 120 centímetros, de modo que es necesario entutorarlos para que el peso de las flores no los venza.

Poda: La parte aérea debe cortarse y quemarse cuando se seca, en otoño.

Flor cortada: Si se van a cortar flores, debe hacerse cuando el capullo acaba de abrirse, dejando al menos tres hojas en cada tallo. Para que la planta no se resienta, no se deben cortar más de la mitad de los capullos.

Multiplicación: Las peonías pueden reproducirse por división del rizoma, aunque no antes de los tres años de plantado; las partes deberán contener ojos de futuras yemas.

Una vez arraigada, la planta es muy resistente y alcanza una longevidad extraordinaria. Cada año el número de flores aumenta y también la duración de la floración. El sol, el control del exceso de humedad y la limpieza del jardín y de la propia planta les procurarán buena salud. Ver más información en la ficha.

 Más información:

Ficha en Verde es Vida nº48, página 35 (ver en la web).

  • Claves de la plantación
    Claves de la plantación

    • Hasta que no estén en flor, las peonías herbáceas se pueden plantar, aunque la mejor época para hacerlo es el otoño, cuando el rizoma ha perdido los tallos y hojas y se halla en reposo.

    • Hay que elegir con cuidado la ubicación; cada año que pasa, el rizoma se adentra más profundamente en el suelo y puede sufrir daños en el trasplante. Si está en una maceta exigirá un cambio a una mayor cada dos o tres años.

    • Prefieren los suelos pesados y fértiles, aunque suficientemente porosos para garantizar un buen drenaje. El exceso de agua puede propiciar el ataque de hongos. El pH ideal es 6.0-7.0.

    • Las peonías deben plantarse a una distancia suficiente de otras plantas para asegurarles una buena circulación de aire.

    • Se debe cavar un hoyo de 40 centímetros de lado y 70 de profundidad, colocar en el fondo una capa de guijarros para favorecer el drenaje y encima una capa de abono orgánico.

    • Conviene cubrir el abono con un poco de tierra y colocar el rizoma en el centro del hoyo de modo que los ojos de las yemas queden a 2 centímetros de la superficie. Si se entierra demasiado profundo el riesgo es que no produzca flores.

    • Por último, hay que rellenar el hoyo con la tierra excavada, apisonar con firmeza y regar abundantemente.

Reportaje completo nº 54 >> página 25